domingo, 29 de enero de 2012

Gotta be you, capítulo 28

Capítulo anterior: 

Pregunté a Niall en un mensaje si a Zayn no le importaría y la respuesta me tranquilizó.
“Que va, el quiere que vengas tanto como los demás, te hecha de menos. Un beso enorme”.
Bien, ahora solo faltaba llamar a Sam para irnos de concierto y contar con la aprobación de mi padre. Challenge accepted. 


Capítulo 28:

La respuesta de Sam fue positiva al cien por cien mientras que la de mi padre fue bastante dudosa. Lo acabé convenciendo con distintas promesas sobre los estudios que me tendría que dedicar a cumplir. Mi dulce amiga llego a media tarde con toda la tarea echa y con la única preocupación de la ropa que íbamos a utilizar.  Nos decantamos por ir monas pero cómodas, nada de tacones ni vestidos despampanantes. Pantalones ajustados y camisetas para ir de fiesta. Intentaba no pensar en como me tratarían Zayn y Harry. Todo era una locura, pero sentía que vivía el sueño. A mi siempre me habían encantado y sentir que podía asistir a un concierto me llenaba de felicidad. Aunque la duda volvió al sacar el tema Samanta.
  • Carolina, ¿que vas a hacer con Zayn?
  • ¿Que quieres que haga?
  • No se, es tu ex...
  • Nunca llegamos a salir seriamente.
  • Bueno pero, vas a ir a por Harry, ¿o no?
  • No voy a ir a por nadie ¿entendido?
  • Ah ya se, te gustó Lucas, ¿verdad?
  • ¿Lucas?
  • Nuestro amigo, ya sabes.
  • Ah! Nah, nah, es mono pero no se...
  • Te vuelve a gustar Harry.
  • Nunca me ha dejado de gustar.
Vale, perfecto, me acababa de delatar delante de mi mejor amiga, había intentado evitar que mi preferencia por el chico de cabello rizado se destapara pero ahora ya no podía evitarlo. Había tocado fondo. 
  • Ya lo decía yo. Ve por el, se feliz.
  • ¿Y Zayn? No pienso ser una zorra que va con uno y cuando se cansa va con otro.
  • Pero tu no eres así, además... todavía no me contaste que hiciste ayer con Harry...
  • Nada, no hicimos nada.
  • Sosa.
  • Oye, el no quiere nada conmigo y yo nada con el, se acabó la discusión.
Aquí terminó la conversación sobre mis amores, si era un tema que no me gustaba tocar. Seguimos hablando de cosas más insignificantes que no me metieran en apuros, hasta que llegó la hora de irnos hacia el concierto. No tardamos en llegar, era un gran recinto cerrado, que se distinguía desde lejos debido a las luces que emanaba aquella gigantesca carpa con el cartel de los chicos en la parte superior. Sonreí instintivamente al ver a Harry entre ellos mientras Sam murmuraba la gran cantidad de chicas jóvenes, dulces y guapas que nos hacían la competencia. 
  • ¡Pasarlo bien chicas!
  • Gracias papa, te quiero.
Así nos despedimos de el, mientras nos dirigíamos a paso rápido hasta la puerta trasera en la que podíamos acceder al backstage. recibimos unas entradas especiales con los que pudimos entrar hacia los camerinos de la banda. Traje mi cámara, con la que hice fotos sin parar a esa experiencia que surgía y iba tomando forma por momentos. Tuvimos que pasar diversos controles, reconocí a algunos de los guardaespaldas de los que no me había aprendido el nombre aún, Sam sonreía, antes le podrían haber importado un pimiento pero desde que le conté que Niall quería verla su emoción salía disparada de su sonrisa infinita. Nos llevaron hacia un camerino en el que llevaba escrito “ One Direction” tomé aire varias veces, vi como Sam, que perdía los nervios por momentos, soltó de un bufido todo su aire y abrió la puerta con descaro. Sin ni siquiera llamar, pero no puedo negarme a que lo que nos encontramos al otro lado fue una vista espléndida. 
  • ¡Llegamos!
Gritó mi rubia amiga dejando balancear su larga coleta. Dentro estaban los chicos, cambiándose, y con eso me refiero a sin camisetas, y alguno sin pantalones. 
  • Dios, lo siento no era nuestra intención interrumpir.
Dije bajando la mirada al suelo, nerviosa por esa incómoda situación.
- No tengáis vergüenza anda, ¡hay confianza! 
Sin duda Louis era un sol, pero no pude decir nada más por que un Zayn sin camiseta y en boxers se acercó y me apretujó entre sus brazos en un cálido abrazo. Sonreí al ver que no me guardaba rencor y lo abracé con ternura. Después saludé a los demás dejando a Harry para el final, me besó en la mejilla y me susurró cerca del oído que estaba preciosa. Me sonrojé y cambié de tema para disimularlo.
  • Bueno chicos, gracias por invitarnos.
Sam se había auto marginado en una esquina mientras hablaba plácidamente con el duendecillo, mientras los demás chicos me preguntaban por todas las novedades de mi vida social. Liam me rodeó con los brazos y me invitó a sentarme en su regazo, mintras yo sonreía por la cara de tonto que se le quedaba a Harry y mientras me maldecía a mi misma por la tristeza reflejada en los ojos de Zayn.
Pronto nos echaron del cuarto los agentes, debían seguirse preparando, mientras esperábamos en nuestros asientos, Sam me contaba lo dulce que era Niall con ella, suerte tenía. Las luces se apagaron para dar comienzo al espectáculo, el concierto fue jodidamente perfecto, justo como ellos. Canté dejándome la voz todas sus canciones, y no pude evitar sentirme celosa cuando Niall, en la canción de “Everything about you” hizo referencia a la chica rubio de ojos azules sentada a mi lado, Sam, dedicándosela a una gran amiga a la que quería un montón y a la que deseaba decirle cuanto le gustaba. Sin duda era el chico más atento del mundo, Sam se derritió al oír eso. ¿Algún día Harry llegaría a hacer algo así por mi? Claro que no tonta, el es Harry Styles y tu solo una fan más. 



jueves, 26 de enero de 2012

"I can be your superman", capítulo 16

Capítulo anterior:

Besó mi frente, se levantó y sin decir nada más se alejó, ya estaba todo dicho. Había perdido a Pol, para siempre. Una lágrima cayó por mi mejilla, no era la misma tristeza que me había invadido como cuando Liam se fue, más bien era una tristeza de sentirme sola n el camino, como si todas las luces que alumbraban mi día a día se hubiera fundido todas en el mismo instante, había perdido a Pol y a Liam. Y lo pero de todo era que mis pensamientos estaban desordenados y sentía que ya no me quedaba amor por repartir. 


Capítulo 17:

Borroso, ese era el recuerdo que tenía de la noche anterior. Por la mañana unas profundas agujetas dominaban mi cuerpo, había corrido para poder despejarme y llegar lo antes posible a mi cama para caer rendida y llorar. Pero esa noche fue diferente, sentía que ya no tenía lágrimas que soltar debido a todo lo que ya había sufrido. El único recuerdo que me quedaba era eso, visión borrosa y un sueño inquieto que me hizo despertar con profundas ojeras. Me vestí cómodamente y bajé al salón, no me maquillé ni me peiné ni me presté atención, ¿que importaba si ya no tenía que estar guapa para nadie? Tenía un plan, pero esta vez ya no era sobre mi vida amorosa sobre la cual decidí no hacer nada y dejarme llevar, si no que esta vez era el plan de lo que iba a hacer hoy. Sabía exactamente a quién llamar, y nada me detendría. 
  • ¿Sí, que hay de nuevo?
  • Hola Daniel, ¿te hace una carrera?
  • Uea, te paso a buscar en 2 minutos. 
Como siempre, Dani se mostró alegre y rápido, su pasión era correr con los Karts que se encontraban a las afueras del pueblo. Era lo más interesante por hacer en los alrededores y la verdad es que nos tenía a todos enganchados. Su pasión por ello supongo que le vendría a que su tío fuera el jefe de todo ese imperio de la diversión. Lo había llamado a el por que sabía que no se negaría por nada del mundo, además, el me ayudaría a escapar de los problemas que azotaban mi interior, por que los chicos duros no suelen interesarse por los cotilleos de las mujeres de hoy en día. 

En pocos minutos, la bocina peculiar de Daniel se oyó a través de las finas paredes de la cocina donde me encontraba desayunando. Salí rápido para reunirme con el chico de cabello castaño claro y unos ojos grises y profundos que dejaban mucho que desear. Nunca llegué a sentir nada por ese guaperas, supongo que se debía a la profunda admiración que le cogí cuando éramos unos críos y nos conocimos en la apertura de los karts, mencionando también que era el ex de Cristina y ya se sabe que los ex son intocables. Solíamos salir a pasear, siempre con la amistad de por medio, y solíamos hacernos una foto en el photobooth del centro comercial cada vez que salíamos, como recuerdo. Era guapo guapo, pero disfrutaba del cariño de hermana que me brindaba, siempre estaba allí para recogerme si tropezaba, aunque fuera dos veces con la misma piedra, como con Liam.
  • ¡Enana!
  • Dan, ¡me tenías abandonada! ¿Hace cuando que no me llamas?
Subí al auto sin pensarlo dos veces, mientras las canciones de los Red Hot Chilli Peppers se introducían en mi cabeza. 
  • Lo siento mi amor pero he tenido muchos asuntos que resolver últimamente.
  • ¿Como jugar al Call of duty con tus amigos?
  • ¡Eh! Eso es muy importante para mi y deberías saberlo Mon cher. 
El siempre me llamaba con apodos dulces y cariñosos, normalmente la gente nos confundía como pareja a lo que respondíamos con una carcajada. Yo sabía cual era la verdadera razón de nuestro distanciamiento, Daniel repelía a Pol, siempre había tensión entre ellos ya que mi novio, bueno, ex novio, no comprendía esas muestras de amor de mi mejor amigo/casi hermano. 
  • Bueno pero eso no es excusa.
  • ¿Que me dices tu? tampoco me has llamado debido a ese imbécil que tienes como novio.
Noté la despectibidad con la que habló del chico, con Liam no pasaba eso, por qué entre ellos había una amistad de haber estado en el mismo equipo de los Karts, supongo que por eso se comprendían frecuentemente. 
  • Anda ya...
  • No te molestes por mis insultos, pero eso de controlar el odio no es mi fuerte.
  • Ya puedes insultarle y decirle las barbaridades que quieras, lo hemos dejado...
  • ¿Qué? Eso es increíble! bueno... eso es terrible, ¡Cuéntame que pasó, querida!
La última frase la pronunció con un deje de imitación irónica a las típicas mujeres cotillas de pueblo que no son felices hasta que han destapado los secretos más íntimos de todos sus vecinos. Ahogué una carcajada. ¿Como podía ser tan jodidamente divertido y hacerme reír hasta en estos momentos?
  • Nada, solo que el se dio cuenta de que yo no lo quiero o no se que mierda más.
  • ¿Te dejó el?
  • Si, y me confesó que se había liado con otra mientras estaba conmigo...
  • Hijo de puta.
  • Si bueno, ya pasó, no te preocupes por mi.
Aunque le avisé de que su preocupación no era necesaria, su mirada cambió por completo volviéndose en una mirada comprensiva. Miré por la ventana, hasta que vi de lejos el cartel que anunciaba nuestra llegada a los Karts. 
  • Olvidé decirte que hoy la pista está cerrada.
  • ¿Que coño? ¿Y por que me has traído si está cerrada?
  • Solo para los vips está abierta.
  • ¿Vips?
  • Si ya sabes, los que han alquilado parte de las pistas por hoy, y bueno la otra parte es para el sobrino del jefe, es decir...
  • Tu, ya lo se tonto.
  • Pues entonces vamos.
La pista estaba alquilada, no sabía ni por asomo quién había reservado las pistas un sábado por la mañana, sonaba a locura pero bueno. Cuando ya habíamos entrado y ya nos dirigíamos a ponernos el mono de conducción un destelló de información me hizo reaccionar, ¿como no podía haber caído antes? Estaba segura de que era aquello, mi intuición femenina no podía fallarme, era evidente ¿no?. El famosillo había alquilado las pistas para traer al resto de la banda a echar unas carreras. Eso era de locos, debía irme antes de ser vista por el. Corrí hacía la puerta pero justo cuando fui a abrir, alguien se me adelantó.
  • ¡Natalia! Que... sorpresa.
  • Sí...
Evidentemente me encontré con los ojos castaños chocolate que intentaba evitar a toda costa, el seguía allí mirándome mientras yo tenía el debate interior de cual era la mejor reacción en tal situación. 



domingo, 22 de enero de 2012

Gotta be you, capítulo 27

Capítulo anterior:

Apoyé mi cabeza en su hombro, necesitaba sentirme de verdad querida por el, el me agarró por la cintura y suspiró. Yo le gustaba al menos la mitad de lo que el provocaba en mi y eso me mantenía esa llama encendida dentro mío de que algún día estaríamos juntos, aunque en esos momentos una fuerza nos impedía hacerlo, la fuerza de la amistad. 

Capítulo 27:

Todo pasó rápido. Aún recordaba flashes de esa tarde en la que abrí mi corazón a ese chico. Aunque fuera correspondida, no podía hacer nada. En tiempo me refiero a a una semanita en la que se mezclaron clases con sesiones de estudio con mis dos chicas, helados compartidos con Lucas y mensajes continuos con Liam. Estaba tumbada en mi cama cuando seguí recordando lo que pasó después de aquello. 

Flashbac:

Seguí junto a el, bajo la luz del atardecer todo parecía más sencillo de lo que nunca hubiera sido. Ninguno de los dos hablaba, pero con ese silencio lo podíamos decir todo. Ahora viviría de una forma distinta, el se sentía atraído por mi y yo claramente por el. Nos levantamos y nos dirigimos a la moto para volver. Le indiqué donde estaba mi casa y me llevo hasta allí. Cuando llegamos, no supe muy bien como despedirme de el, ¿como quedaría todo entre nosotros?
  • Bueno, ya te llamaré y eso algún día...
  • Oye, ¿quieres pasar?
No se por que coño se me ocurrió invitarle a entrar. Momento incómodo.
  • Claro, bueno si no te importa.
  • ¿Como me va a importar tonto?
Aún recuerdo como lo conduje hasta la casa, nos sentamos en los sillones del comedor para poder hablar tranquilos un rato.
  • ¿Extrañas España?
  • Bueno, un poco, aquí todo es mucho más gris, pero es bonito igual.
  • No pareces muy convencida.
  • Es que no puedo evitar echar de menos a los míos...
  • ¿A algún chico?
Lo miré sorprendida, en sus ojos un destello de celos me hizo sonreír como una tonta.
  • Nada de eso, solo, amigos importantes y mi madre claro.
  • ¿Por que no te traes a tus amigos un día aquí?
  • Lo haré pero más adelante.
Seguimos hablando de cosas sin mucha importancia, llegó un momento en el que me sentía tan bien con el que no reparé en que había oscurecido. Sonó su móvil, Louis ya se empezaba a preocupar por la desaparición del chico del cabello rizado. Se despidió de mi con un beso en la frente y me prometió llevarme a uno de sus conciertos. Cuando la puerta se cerró me sentí de nuevo un vació en el pecho, sin duda me estaba enamorando. 

Fin Flashbac.

Puse mi mano en mi pecho justo donde el dolor permanecía sin predisposición a desaparecer. Esa noche volvería a mi la sensación de frustración de tenerlo de nuevo lejos de mi. Mi teléfono vibró, un mensaje de texto llenaba la pantalla de mi smart phone. La respiración se me cortó al ver quién enviaba el mensaje. Harry Styles. Bien  Carol recuerdas como respirar, inspira, expira... Leí el mensaje atropelladamente, no se había olvidado de su invitación a un concierto suyo, al parecer era este sábado y le entusiasmaba la idea de verme en backstage. Mi reacción fue decirle que si rápidamente pero después pensé en que a lo mejor a Zayn no le hacía gracia verme allí, así que debía decir no. Instantes después recibí un mensaje de Niall animándome también a venir, acompañada de mi rubia amiga a la que llevaba sin ver demasiado tiempo. Claro, ahora recuerdo su coqueteo. Pregunté a Niall en un mensaje si a Zayn no le importaría y la respuesta me tranquilizó.
“Que va, el quiere que vengas tanto como los demás, te hecha de menos. Un beso enorme”.
Bien, ahora solo faltaba llamar a Sam para irnos de concierto y contar con la aprobación de mi padre. Challenge accepted. 


sábado, 21 de enero de 2012

"I can be your superman", capítulo 15

Capítulo anterior: 

  • Él dejó a Danielle por ti, y tu sigues con Pol.
  • Pero, yo... necesitaba tiempo para pensármelo, no sabía que vendría hoy...
  • Si lo quisieras lo habrías hecho sin pensarlo dos veces, te conozco.
  • ¿Qué estás insinuando?
  • Simple, que a lo mejor has pasado página como tendrías que haber echo y ya no estás enamorada de él.


Capítulo 15: 

¿Que cojones? No estar enamorada de él, esa frase tambaleó mi mundo. Lo repetí varias veces en mi mente, varias veces para poder asimilar la remota opción de haber pasado página al fin y de haber olvidado a mi primer amor. Empecé a considerar esa opción, cada vez de una forma más válida. Aún no se me había ni pasado por la cabeza que ya no lo quería. Ani paso desenfrenadamente su mano unos centímetros por delante de mi cara animándome a reaccionar. No lograba hacer salir las palabras de mi boca. Era frustrante hasta que conseguí soltar atropelladamente aquello.
  • ¿Tu crees? 
  • No lo creo, me lo parece.
  • ¿Que tengo que hacer entonces?
  • Olvidarlo de una vez por todas, déjalo ir Naty. Pasa página.
  • Pero el me dijo que aún me quería...
  • Ya, ¿pero tu lo quieres a el aún? A mi me da la sensación de que ahora solo lo quieres como un capricho, ha pasado un año, es normal que tu corazón sane las heridas provocadas por un capullo.
  • Que filosófico.
  • Mira cariño, el merece sufrir igual que tu, pero déjalo estar ¿quieres? 
  • Yo, yo...
  • No lo quieres.
  • ¡Déjame en paz, joder! me vuelvo a casa.
  • Mañana hablamos ¿si?
  • Ya veremos.
No tenía ganas de hablar con nadie, Ani y yo no solíamos pelearnos y se había puesto muy ruda conmigo. Estaba molesta e irritada, solamente quería llegar a casa, ducharme y olvidarme de todo, de que mi vida emocional estaba patas arriba y que todo parecía una mierda. Seguí al pie de la letra mis indicaciones, me bañé durante un largo rato en el que el agua caliente me hacía soltar unos suspiros largos, que parecían no acabarse nunca. Me puse unos jeans rotos y cómodos y la sudadera más gruesa que encontré en el caos de mi armario. Salí con el pelo húmedo a la calle a pasear. Los tacones que traía puestos de la fiesta me habían dejado los pies molidos y estos agradecían que saliera a pasear con unas manoletinas de lo más cómodas. No era muy tarde, ya que había abandonado la fiesta solo empezarla. Si me quedaba en casa me rallaría más de lo que pudiera soportar pero pasear en la oscura noche, con el aire frío y otoñal característico de Inglaterra me hacía ver las cosas con un toque de positividad. Saqué de mi bolsillo un cigarrillo, probablemente era la única persona en la tierra a la que fumar no le suponía ningún vicio. Simplemente me relajaba. Podía estarme meses sin fumar, un día de depresión relajarme con un pitillo y después volver a dejarlo sin dificultad. Dejé que la nicotina hiciera su efecto, hasta que vislumbré a alguien sentado en el columpio del parque. Era un chico, por su estatura y su corpulencia. Bastante joven y estaba solo. No me pude negar a acercarme y preocuparme por el. Posé la mano con la que no sostenía el cigarrillo en su hombro. Alzó la vista y me encontré con los dichosos ojos verdes que me pertenecían. Era Pol y su mirada no me transmitía la tranquilidad común. Me senté en el columpio de al lado. 
  • Ey.
  • Ey.
  • ¿Una calada?
  • Buf, ya lo creo.
Agarró el cigarrillo sin ni siquiera mirarme. Aspiró fuertemente y soltó el humo con rapidez,  lo conocía, algo no andaba bien.
  • ¿Que te pasa Romeo?
  • Que me he dado cuenta que pierdo el tiempo.
  • ¿Qué?
  • Natalia, yo... pierdo el tiempo, contigo. Fui, soy y seré siempre un imbécil por creer que podía enamorarte. Ahora sufro las consecuencias de haber llevado esto a un extremo. 
  • Tranquilo, sabes que para mi eres muy importante y, no quiero que lo nuestro termine.
  • Te he engañado Naty, y me siento la persona más infeliz del mundo por eso, créeme.
  • ¿Me has engañado?
  • Sí, lo siento tanto, pero me he dado cuenta de que yo no te hago feliz, no hace falta que finjamos más, tu no me quieres y yo... debo dejarlo estar.
  • No me hagas esto, ahora precisamente no, por favor...
  • Es lo mejor créeme, tu aún quieres a Liam y yo, bueno, perdí el juicio y me acosté con otra...
  • ¿Sufres?
  • No mucho la verdad, me he ido haciendo a la idea de que tu no eras para mi.
  • Yo sufro, ¿sabes?
  • Te quiero.
Besó mi frente, se levantó y sin decir nada más se alejó, ya estaba todo dicho. Había perdido a Pol, para siempre. Una lágrima cayó por mi mejilla, no era la misma tristeza que me había invadido como cuando Liam se fue, más bien era una tristeza de sentirme sola n el camino, como si todas las luces que alumbraban mi día a día se hubiera fundido todas en el mismo instante, había perdido a Pol y a Liam. Y lo pero de todo era que mis pensamientos estaban desordenados y sentía que ya no me quedaba amor por repartir. 



(Queridas lectoras: 


se que he tenido las novelas abandonadas durante toda la semana pero he estado buscando tiempo de donde no lo hay y no lo he sacado, espero que me perdonen por eso. Otra cosa que quiero decirles es que estoy un poco estancada con esta novela y no tengo ni idea de como seguirla... ¿Alguna sugerencia? Dejar un coment y muchas gracias. También aprovecho para deciros que me he hecho un twitter especial para este blog y espero que me sigan y me ayuden a promocionar estas novelas, se os quiere y mucho! Seguidme en @1DMissCarrots1D) 

sábado, 14 de enero de 2012

Gotta be you, capítulo 26

Capítulo anterior: 

Me hice paso ente la gente, con algún que otro empujón hasta que por fin lo vi. Era obvia esa reacción de la gente, ya que ese chico alto, con un pelo alocadamente rizado y unos ojos verde/azul que hacían suspirar y gritar al corro de chicas de mi alrededor. Sonreí irónicamente pensando que coño haría Harry Styles allí, hasta que dirigió sus imantados ojos hacia mi con una sonrisa de oreja a oreja.
  • Ahí estás.
Esas simples palabras me derritieron por completo. 


Capítulo 26:

Solo el, era capaz de estar rodeado de un montón de chicas adolescentes con las hormonas revolucionadas, manteniéndose firme con una sonrisa que no parecía dispuesta a irse. Las piernas me temblaron, el había ido hasta el instituto en mi primer día a buscarme, y no podría ser más feliz. Tenía ganas de acercarme a él y besarle apasionadamente, sentirme segura en sus brazos, como llevaba días deseando. Aunque las intenciones de abrirme paso entre el mogollón de histéricas y de juntarme con el iban aumentando a pasos de gigante, los nervios me pudieron. Noté un leve empujoncito que hizo que me encontrara un paso por delante de todo el mundo, me giré y vi a Sam haciéndome gestos animados para que me fuera con él, lo volví a mirar. Sus ojos me transmitían tranquilidad, dejé todos mis miedos y sentimientos inciertos junto a las envidiosas chicas que enseguida empezaron a rumorear el por qué de esa belleza allí. Avancé con mi mochila, sonriéndole, hasta que el separó la puñetera distancia que quedó entre nosotros, posó su corpulento brazo alrededor de mi hombro con extrema dulzura y me conduzco hasta su moto. Solo pensaba, o lo intentaba ya que tenía a Harry Fucking Edward Styles pegado a mi cuerpo. Me giré para despedirme con un leve movimiento de Sam, Amy y Lucas me miraban con la boca abierta, había olvidado comentarles mi relación con los chicos de la banda. También me pude fijar en las largas caras de envidia y perplejidad de Megan. Fuck! Sin perder más tiempo me puse el casco y me agarré fuertemente a Harold, deseando no tener que soltarle nunca. 

El trayecto terminó antes de lo que yo pudiera haber deseado, demasiado pronto se detuvo el ronroneo de la moto para que yo disfrutara. Se quitó el casco con un movimiento sensual y yo me morí de nuevo por dentro. Como podía ser tan jodidamente perfecto? con esos hoyuelos que se le formaban al sonreírme... Una ráfaga de aire frío me azotó haciéndome volver a la realidad, haciéndome bajar de la nube en la que él me hacía flotar. En una semana no había recibido ningún tipo de atención de su parte, y ahora de repente aparecía para hacer tambalear mi mundo de nuevo. Ahora ya no debía dejarme embaucar por esos hermosos ojos, y debía averiguar sus intenciones. Me fijé en el lugar en el que estábamos, era el parque en el que lo conocí, dios el chico se lo montaba bien. Lo miré de nuevo, esperando una reacción. Me condujo, con un silencio que se me empezaba a hacer incómodo a sentarnos junto al lago, justo donde sucedió ese beso, que fue el más mágico de todos... Dejé de deambular por esos recuerdos y me senté junto a el. 
  • Hola.
  • Hola.
Menuda conversación, estaba claro que si dejaba que el la dirigiera no sacaríamos nada, así que me lancé a preguntar yo misma.
  • ¿Que tal has estado?
  • Bastante bien, ocupados con la banda y eso... 
  • ¿Y los demás... que tal?
  • Louis sigue tan loco como siempre, Niall no para de comer, Liam se cortó el cabello y Zayn va tirando.
  • Me alegro.- Miré al suelo, ya ni me acordaba de que había dejado a un corazón roto por el camino.
  • ¿Y que hay de ti?
  • De mi nada especial, hoy empecé el instituto, algunos no somos estrellas famosas.
  • ¿Gente simpática?
  • Bueno no me puedo quejar, los ingleses sois un poco raros.
  • ¡Eh! que yo también soy inglés.
  • Ya lo sé.
Me miró con ternura y se acercó un poco más a mi.  Evité el contacto visual si quería seguir respirando a si que me esperé mirando hacia el lago, a que hablara. 
  • Se que no me he comportado muy bien contigo últimamente pero es que... es complicado.
  • Ni que lo digas.
  • Es que... joder Carol tu... me gustas mucho, más que eso, me vuelves loco y me importas... 
  • Harry yo...
  • Espera, es que... se que tardé mucho en reaccionar, pero es que yo no soy el típico chico que se enamora... y ahora que tu has salido con Zayn... todo es tan complicado...
Harry miraba al horizonte, pero ahora era yo la que li miraba y la que se decidió a hablar.
  • ¿Sabes una cosa? Tú siempre me has gustado, pero como mostraste indiferencia y desprecio hacia mi, me decliné por Zayn... Después cuando tu “reaccionaste” y te conocí más, bueno digamos que me gustaste más todavía y... tuve que dejar a Zayn por que en realidad no lo quería a el. 
  • ¿Hay alguna posibilidad de que sea yo el chico del que estas enamorada?
  • ¿Una? Todas Harry, todas. Pero tu no pareces darte cuenta, y no se... ¿tu sientes lo mismo?
  • Now i’m climbing the walls, you don’t notice at all, that i’m going out of my mind, all day and all night. 
Cantó a capella el pequeño fragmento de la canción One thing, me derrití por dentro, dios mío el me estaba cantando eso a mi, reacciona di algo inteligente!
  • Suena extraño cantado por ti.
  • ¿Que?
Vale Carol muy inteligente,
  • No es que, esta parte de la canción la canta Niall.
  • Bueno pues eso, que, de verdad quiero intentarlo contigo, siento que eres especial, pero me encuentro entre la espada y la pared Carol.
  • ¿Si los demás se enteran se molestaran?
  • Temo que Zayn sufra y se rompa la banda y nuestra amistad, ya sabes que las ex de los amigos suelen ser intocables.
  • Menuda mierda.
  • Ya ves...
Apoyé mi cabeza en su hombro, necesitaba sentirme de verdad querida por el, el me agarró por los hombros y suspiró. Yo le gustaba al menos la mitad de lo que el provocaba en mi y eso me mantenía esa llama encendida dentro mío de que algún día estaríamos juntos, aunque en esos momentos una fuerza nos impedía hacerlo, la fuerza de la amistad. 



jueves, 12 de enero de 2012

Amores

Hola chicas! quería disculparme por no poder actualizar ni hoy ni mañana...
Tengo un examen muy importante y por eso voy a dejar de subir capítulos hasta el sábado por la noche que subiré el siguiente de Gotta be you. Muchas gracias por leer y por los comentarios. solo espero que disfruten tanto como yo escribiendo! Os dejo con esta foto de Harry y los chicos para darle alegría al día, os quiero.


martes, 10 de enero de 2012

Capítulo anterior:

Llegué a mi casa junto con Ani, pero cuando estábamos abriendo la puerta principal, oímos unos gritos de desesperación que acechaban desde la casa vecina. Giramos las cabezas hasta encontrarnos con Cristina dando saltitos e indicándonos que corriéramos hasta ella. Nos apresuramos hasta entrar en el enorme salón y vislumbrar el origen de esa furia de felicidad. En la televisión, en la que se veía un canal de cotilleos y prensa rosa, típico de Cris, estaban dando la noticia de que el famosísimo Liam Payne había dejado a su belleza de novia bailarina tras una larga relación. 


Capítulo 14:

No me lo podía creer, simplemente parecía imposible, pero a medida que iban pasando los minutos acabé por reaccionar y decantarme por que esa maravillosa fantasía no se fuera a terminar como un sueño acabado. Él había dejado a la que mucha gente considera la chica perfecta, y todo parecía encajar como las piezas de un rompecabezas señalándome a mi como la única culpable, y la verdad, nada me hacia más feliz que ser la culpable de los hechos. Al parecer todo lo que me dijo fue verdad, el iba a por todas y parecía dispuesto a encandilarme para volver a hacerme suya. Cris y Ani me abrazaron, forzándome a reaccionar. Yo solo sonreía, debía mantenerme serena, ya que Pol seguía siendo mi pareja. ¿En que mierda me he metido? Cuando lo vuelva a ver caeré de nuevo en sus encantos, aunque debo ser fría. Él tiene que volver a enamorarme, y como ya dije anteriormente eso sería una faena muy dura. La noche pasó rápida, pasé la mayor parte del tiempo concentrada en mi examen de biología. Viernes llegó, como siempre acompañado de las sonrisas y las ilusiones de todos los estudiantes y jóvenes de Wolverhampton. El fin de semana prometía mucho, debido a la fiesta del sábado en el Nigh club. Ani y yo ya hacíamos planes sobre ello, como siempre nos apuntábamos a todo lo relacionado con las fiestas con los amigos. Era un pueblo pequeño pero lo suficientemente poblado de adolescentes descontrolados para la existencia de clubes de aquel tipo. El sábado por la tarde salí a pasear con Pol, como siempre el se mostraba cariñoso y atento conmigo, aunque yo estaba más distante de lo común, ya que mi mente divagaba constantemente junto al recuerdo de Liam. Nos besamos sin importancia de quien estuviera mirando, me gustaba estar con el, aunque seguía pensando en el castaño que aún guardaba mi corazón. Mierda, volvía a sonar cursi, mi parte enamorada resurgía poco a poco. Volví a mi casa con una gran sonrisa para poder vestirme y arreglarme con Ani. Vestidos ajustados, el mío de un color verde oscuro con complementos dorados. La noche llegó acompañada de unas nubes grises que nos impedían contemplar la venida de las estrellas a nuestra velada, eso es Inglaterra amigos. Entramos en el club y no tardé en darme cuenta de la sensación de felicidad en el ambiente repleto de gente. Algo raro pasaba, pero no tarde en darme cuenta de que era. Payne y Andy, el hermano de Ani que estaban en la barra sirviendo bebidas. Me acerqué con una sonrisa brillante, dispuesta a dejar a mi caballero sin palabras, pero mi plan fracasó, por el hecho de que el no puso de su parte en que funcionara.
  • Payne, ¿tu por aquí? Me gusta....
  • ¿Que te pongo?- Eso sonaría con un destello de pasión y dulzura si lo hubiera pronunciado como de costumbre pero solo me recordó a una roca, dura y fría.
  • Bueno... pues un vozka negro con coca cola, ¿que me recomiendas tu?
  • Eso esta bien.
Me sirvió la bebida rápidamente, para hacerme desaparecer rápido de su vista, me la entregó y de seguida atendió a las demás chicas que vociferaban su nombre a gritos irritantes.  Me aparté como pude de la barra, con la mejor cara de Poker face que sabía poner, estaba indignada por su comportamiento, primero me promete la luna y después ¿eso? No sabía muy bien que había sido pero me estaba empezando a doler en lo más hondo. Vi a Ani que bailaba con chicos que no había visto en mi vida, debían ser de los pueblos cercanos, la agarré y tiré de ella con fuerza para poder hablar con ella, salimos fuera del local a tomar el aire. 
  • Ani, joder, estoy mal... Liam me ha tratado como una mierda... 
  • ¿Él a ti o tu a el?
  • ¡Él a mi por supuesto! 
  • Eso te pasa por tonta.
  • ¿Qué?
  • No te hagas la inocente Natalia, Liam te trata así por que te vio besándote con Pol, fuiste tu la que lo has tratado como una mierda.
  • ¿Yo?
  • Él dejó a Danielle por ti, y tu sigues con Pol.
  • Pero, yo... necesitaba tiempo para pensármelo, no sabía que vendría hoy...
  • Si lo quisieras lo habrías hecho sin pensarlo dos veces, te conozco.
  • ¿Qué estás insinuando?
  • Simple, que a lo mejor has pasado página como tendrías que haber echo y ya no estás enamorada de él.

domingo, 8 de enero de 2012

Gotta be you, capítulo 25

Capítulo anterior: 

Le di un sonoro beso en la mejilla y salí del coche para adentrarme en mi humilde morada, donde podría desconectar al fin de todos esos sentimientos que se amontonaban en mi mente y luchaban por salir. Desde el jardín trasero acabé de contemplar los últimos rayos de esa puesta de sol que marcaba el final de otro día. Ahora solo debía pensar que hacer con lo que sentía por Harry, pero eso ya será otro nuevo día y otro capítulo nuevo de mi vida.


Capítulo 25:

Mi vida durante la siguiente semana se limitó a ser unas simples jornadas de compras y paseos junto a Sam y Amy. El único hombre con el que dedicaba mi tiempo era mi padre. Podía intuir que al romper con Zayn, ya no saldría con los chicos tan a menudo pero no me imaginaba que con el único con el que mantendría contacto seria Liam, y encima por whatsapp, cosa que solo me permitía conocer simples frases superfluas sobre la vida de los chicos que me llegaban mediante mi móvil. De Harry no había sabido nada más y eso causaba un dolor inminente en mi corazón, ya que en parte había dejado a Zayn por que el mismo me lo había pedido. Sabía que no me tendría que haber echo ilusiones, que se iban desvaneciendo poco a poco, ya que el no me había prometido nada sobre un posible futuro juntos.  Además, a todo eso, debía añadirle el echo de que ese mismo lunes, empezaban las clases de secundaria, empezar en un colegio completamente nuevo, en un idioma que no me era desconocido, pero sin duda me debía esmerar mucho más que en España. Mi único consuelo era que Sam y Amy, la rubia y la castaña, estarían en mi misma clase, dispuestas a servirme de apoyo, tan académico como moral. Sin duda lo que me esperaba no era un lecho de rosas.


Lunes llegó antes de lo que habría querido nunca jamás. Me levanté con unos repetidos bostezos que no parecían querer abandonarme en toda la mañana, desayuné con mi padre y me bañé.  Envié un mensaje a Liam, informándole de mi inicio en el instituto de la zona. A la hora de abrir de par en par el armario y decidir que tipo de look querría llevar, un mar de dudas apareció en mi. ¿Como debía ir vestida? No dudé en llamar a Sam para que sus consejos me ayudaran a no hacer el ridículo en mi primer día. 


- ¿Diga?


- Sam, soy Carol... código rojo, necesito tu ayuda.


- ¿Un chico te ha pedido lío?


- ¡¿QUÉ?!


- El código rojo indica esto.


- No... ¡no! Es que... no se que ropa ponerme...


- ¡Ah! eso es código azul, jajaja


- Bueno ¡que coño importa el color del código! ¿que me recomiendas?


- Jeans, una cami mona y una rebeca por que por la mañana hace un frío que te cagas para estar en septiembre.


- Ok, nos vemos en 15 minutos.


- Ahora voy hacia tu casa, ¡Hasta ahora!


Hice caso a mi amiga, vistiéndome cómodamente acompañada por mis inseparables vans, esta vez de color azul. Me maquillé la raya y un poco de colorete, tampoco quería llamar mucho la atención, solo quería estar presentable. Un último repaso a la mochila y a mi cabello suelto, recogiendo levemente algunos mechones castaños con unas horquillas. Sam no tardó en llegar, así que juntas iniciamos el rumbo al instituto mientras yo iba rezando por que el día fuera estupendamente. Vislumbré los altos edificios grises e imponentes alzados frente nuestro mientras Sam parloteaba de lo mal que le caían las groupies de su clase, Amy y ella las llamaban así, por que las odiaban tanto como a las groupies de Mcfly, ya que las dos eran sus firmes seguidoras. Enseguida entendí su odio, en cuando un grupo de chicas increíblemente rubias, bañadas en maquillaje empezaron a decir, cosas de mí, digamos que no muy agradables. Tenían buenas figuras, y eran monas de cara, pero no las consideraría guapas ni mucho menos, pretendían llamar la atención con shorts demasiado cortos y con camisetas demasiado escotadas. Por suerte, Sam y yo nos reunimos con Amy sudando completamente de ellas. Llegamos a la clase y nos sentamos a unos sitios del  final, nombrados por Amy como los sitios cojonudos, en los que la incómoda mirada de los profesores no te alteraba. Me senté en medio de mis dos amigas, y justo cuando empecé a sacar mis cuadernos, el chico que estaba sentado en frente mío se giró, provocando que su pelo rubio, ligeramente largo escondieran unos grandes ojos verdes muy inspiradores. 


- ¡Ey! Aquí están mis dos chicas favoritas, y la que parece que será la tercera... 


- No te emociones Lucas, ella está pillada.


- Yo también os he echado de menos.


Esa conversación entre Sam y el chico rubio, alto, fuerte y por no quedarnos cortos infinitamente apuesto llamó mi atención. Ellas nunca me habían hablado de ese bombón, al que le tenían mucha confianza.


- Perdón pero... me he perdido ¿quien eres?


Musité, acercándome a ellos, para poder sacarme las confusiones.


- Él es Lucas, nuestro mejor amigo, es muy majo y como ya ves guapo... aunque se lo cree demasiado.- Me dijo Amy junto con un guiño que no paso desapercibido por Lucas.


- Jajaja habló la chica más modesta del universo, miss “me he tirado a casi todo el equipo de fútbol”.- Respondió el rubio a la defensiva.


- No te pases niño.- Le dijo dandole un codazo cariñoso.


- Perdón, me llamo Lucas y tu... ¿chica desconocida?


- Me llamo Carolina.


- ¡Vaya! No eres inglesa, ¿de donde eres?


- Pues... espera, ¿Como sabes que no soy inglesa?


- Eso es fácil, tu acento es diferente, no tan marcado como el nuestro, además tu piel morena destaca entre la palidez del ambiente inglés, y no se... tu precioso físico me inducen a pensar que perteneces al mediterráneo... ¿me equivoco?


Vaya, ese chico era muy observador, me gustó que adivinara todo eso de mi, y no pude evitar sonrojarme por lo de “precioso físico”.


- Pues no has acertado exactamente, soy Carolina y vengo de las lejanas tierras de Narnia.


Mi comentario hizo que todos los curiosos que escuchaban la conversación estallaran en risas sonoras.


- ¿Con sentido del humor? Cada vez me gustas más.


- Jajaja, no no, estabas en lo cierto, soy española.


Justo cuando acabé de hablar el profesor entró en el aula provocando que la estampida de alumnos de pie poniéndose al día de lo que habían hecho en las vacaciones sus compañeros, regresaran a su lugar. Todo el día fue parecido, clases y descansos. Clases en las que debía tomar apuntes constantemente y descansos en los que Amy, Sam y Lucas me presentaban a sus amistades cercanas. Tuve tiempo para todo, incluso para empezar a alistar a gente en mi lista negra, al conocer a Megan, la supuesta líder de las groupies, y todos los comentarios despectivos hacia mi imagen, mi vestuario, mi país... Pero eso no debía afectarme, había salido con uno de sus ídolos, ya que me había enterado de que toda la clase tenía un afecto especial por los chicos y que la mayoría de chicas, incluyendo a Megan eran directioners.


Cuando el último timbre sonó, indicando el fin de las clases por hoy, me levanté rápidamente, para poder salir cuando antes del instituto, salía junto a Sam y a Amy cuando vimos que la entrada principal estaba abarrotada por un montón de gente, en especial chicas gritando de un lado a otro com una desesperación que se veía desde lo lejos. 


- Vayamos por la puerta trasera, esto es de locos.


Lucas no estaba del todo equivocado pero mi curiosidad me empujó a descubrir el causante de semejante alboroto.  Me hice paso ente la gente, con algún que otro empujón hasta que por fin lo vi. Era obvia esa reacción de la gente, ya que ese chico alto, con un pelo alocadamente rizado y unos ojos verde/azul que hacían suspirar y gritar al corro de chicas de mi alrededor. Sonreí irónicamente pensando que coño haría Harry Styles allí, hasta que dirigió sus imantados ojos hacia mi con una sonrisa de oreja a oreja.


- Ahí estás.


Esas simples palabras me derritieron por completo. 



jueves, 5 de enero de 2012

"I can be your superman", capítulo 13

Capítulo anterior:

Le besé tiernamente los labios, antes de levantarme y echarme a correr en dirección a mi casa. Mientras corría luciendo una nueva sonrisa volteé una vez más al oír su sexy voz llamándome. 
  • ¡Naty! ¿Volveré a verte antes de irnos?
  • ¡Quizá!
  • No me olvides...
  • Como si pudiera hacerlo.
Como si pudiera hacerlo, era lo que intentaba hacer desde hace mucho, demasiado.

Capítulo 13:

Ahora toda mi vida había dado un giro positivo pintándose con colores alegres que me hacían sonreír como una tonta día y noche. No creía firmemente en las palabras de Liam que decía querer recuperarme pero haberlo hablado con el, saber que en algún lugar de su ser había un suspiro de posibilidad de recuperar nuestra antigua vida, nuestro antiguo amor, ese por el que todas las inocentes niñas sueñan. Esa misma noche, observé junto a  Ani como el coche con vidrios tintados desaparecía a lo lejos de la carretera con los chicos dentro. Antes de irse prometieron volver lo antes posible, sobretodo Liam, que se comprometió a visitar mas seguido a sus amigos y su gente. Antes de irse, Liam y Louis me dirigieron una sonrisa, no había hablado con el moreno de ojos celestes de nuestro beso, deseaba con todas mis fuerzas que no lo interpretara mal, nadie más debía salir malparado de mis continuos despistes por acabar pegada a la boca de cualquier chico mono. Me fui a dormir dejándome llevar por los sueños ambientados en todas las vivencias que compartí junto a Liam, del que sentía volverme a enamorar como una idiota. 
Durante la semana, fui tomando distintas decisiones, una de ellas era que no debía ilusionarme con lo que me dijo Liam, así que yo seguiría mi vida con su rutina hablitual, negando por completo que entre el y yo hubiera pasado algo, me mostraba suelta e indiferente cuando me preguntaban por el.
  • ¿No lo viste? Esta guapo y feliz, ¡como yo!
Ya no necesitaba que la gente sintiera lástima por la chica a la que un año anterior le había dado plantón, dejándola desbastada. Seguí saliendo con Pol, mi tiempo libre durante la semana se dedicó exclusivamente a estudiar obligada por mis padres, a reír junto a Ani y a pasear con Pol, el seguía haciéndome sentir bien, única y protegida. 
  • Mi vida, ¿como te sentiste respecto tu reencuentro con Liam?
  • Bien, bastante bien... ahora siento que todo esta en su sitio, pero suda de eso ¿quieres?
  • Me da la sensación de que os volvéis a llevar bien... ¿paso algo?
  • Nada interesante, solo compartimos vivencias y ya está.
  • Te quiero.
  • Menos mal Polete, menos mal.
Después de nuestras tiernas conversaciones nos fundíamos en insaciables besos que me hacían sonrojar y me hacían sentir feliz. No pensaba dejarlo, al menos hasta que ese chico que me robó el corazón me hiciera cambiar de idea.... aunque sería difícil, muy difícil. El viernes llegó, después de las interminables horas de clase, en las que me dedicaba a vagabundear por mis sentimientos y a las que dedicaba suspiros pesados. Llegué a mi casa junto con Ani, pero cuando estábamos abriendo la puerta principal, oímos unos gritos de desesperación que acechaban desde la casa vecina. Giramos las cabezas hasta encontrarnos con Cristina dando saltitos e indicándonos que corriéramos hasta ella. Nos apresuramos hasta entrar en el enorme salón y vislumbrar el origen de esa furia de felicidad. En la televisión, en la que se veía un canal de cotilleos y prensa rosa, típico de Cris, estaban dando la noticia de que el famosísimo Liam Payne había dejado a su belleza de novia bailarina tras una larga relación. 


miércoles, 4 de enero de 2012

Gotta be you, capítulo 24

Capítulo anterior: 

Le agarré el rostro para que me mirara fijo, sus ojos estaban levemente húmedos, no por favor... si le veía llorar me rompería por dentro. Le acaricié las mejillas con la mano, mostrándole mi cariño y afecto.
  • ¿Puedo robarte un último beso?
  • Pues...
Antes de que pudiera responder, él ya había sellado nuestros labios en un beso profundo y apasionado, no puede hacer otra cosa que dejarme llevar, devolverle poco a poco esos besos febriles que el me daba, para hacerlo feliz... aunque fuera por última vez. 


Capítulo 24:

Odiaba eso, odiaba hacerlo sufrir, me odiaba a mi por haberme metido en eso. Tenía derecho a ser feliz pero ahora, después de haberle dado falsas esperanzas lo tenía ahí, con una mirada triste, roto por dentro. Me separé de él, le susurré que lo quería cuidar, y que esperaba poder volver a ser su amiga, pero no debía forzarlo. Al girarme para volver a mi casa y desaparecer del mundo vi como el chico que era dueño de mis suspiros me contemplaba con una cara apenada. Caí en la cuenta de que me había visto besándolo y que lo habría interpretado de otra manera así que me dirigí hasta el a un paso decidido, dispuesta a abrirle mi corazón y contarle lo ocurrido.
  • Harry, deberías hablar con él...
  • ¿Por qué? parecen felices juntos...
En su voz podía reconocer una amargura impropia de el, enfado, tristeza... quizás celos... 
  • Yo lo siento... acabo de romper con él y...
Antes de que pudiera articular alguna palabra más, el ya sonreía ligeramente aunque lo trató de esconder, fracasando en el intento.
  • Iré a hablar con él, tu ve a descansar.
  • Muchas gracias, yo...
Shhh... y silenció mis labios posando su dedo índice dulcemente en ellos, para indicarme que todo estaba bien, eso me tranquilizó. Liam salió de la nada y se paró frente nuestro.
  • ¡De donde has aparecido!- exclamó Harry.
  • Pues por la puerta imbécil jajaja es que Niall se ha tirado un pedo y buff... ese olor es mortal...- Liam rió, cosa que me animó ligeramente.
  • Oye Liam, ¿por qué no llevas a Carol a casa en coche mientras yo hablo con Zayn?
  • Por supuesto Hazza, pero... ¿que le ha pasado a Zayn?
Liam señaló hacia el árbol en el que Zayn se apoyaba mirando sin punto fijo. Verlo así solo me hacia sentir peor persona de lo que era.
  • Que te cuente Carolina mejor.
Liam me agarró por los hombros amistosamente y me llevó hasta su coche. Encendí la radio para poder ignorar sus preguntas, no tenía ganas de hablar, no quería perder a mis nuevos amigos, no quería pederlos... a ninguno.
  • ¿No quieres hablar, no?
Solo respondí con un silencio, solo quería dormir y olvidarme del paso que había dado, que no me hacia sentir orgullosa de mi... aunque en el fondo fuera lo mejor. 
  • Bueno, ya hemos llegado y...
  • He dejado a Zayn. - lo interrumpí atropelladamente, ya esta, se lo había dicho, decirlo me ayudaba a asimilarlo.
  • Woooow, eso debe haberle sentado como una patada en los huevos.
  • Que fino que eres...
  • Jajaja ¡tranquila hombre! llevabais poco tiempo, se recuperara pronto.
  • Pero yo me preocupo por el, no quiero perderlo.
  • Se ha encariñado de ti pero de una manera positiva... seguro que pronto volvéis ser amigos.
  • Gracias Liam... ¿que haría sin ti?
  • Nada bueno la verdad.
  • Adiós feo.
  • Adiós guapa.
Le di un sonoro beso en la mejilla y salí del coche para adentrarme en mi humilde morada, donde podría desconectar al fin de todos esos sentimientos que se amontonaban en mi mente y luchaban por salir. Desde el jardín trasero acabé de contemplar los últimos rayos de esa puesta de sol que marcaba el final de otro día. Ahora solo debía pensar que hacer con lo que sentía por Harry, pero eso ya será otro nuevo día y otro capítulo nuevo de mi vida.