martes, 27 de diciembre de 2011

"I can be your superman", capítulo 12

Capítulo anterior:

Mientras soltaba mi frase avancé bruscamente por el paso de peatones, aunque no pude acabar la palabra, él se abalanzó sobre mi sellando mis labios con un profundo beso. No me dejaba escapar, me tenía entre sus brazos prisionera.  Hacia un año que nadie me besaban así, con tanta pasión, dulzura y necesidad. Reaccioné abrazando mis brazos a los de él. Noté de seguida como en mis mejillas se acumulaba toda mi sangre y como unas lágrimas humedecían el beso poco a poco, mientras se hacía más y más intenso.

Capítulo 12:

Simplemente me tenía presa, presa entre sus brazos, presa de sus besos. No sabía que me había hecho pero ahora que había vuelto a probar sus dulces labios no me sería fácil despegarme de ellos y olvidar los efectos que producía el en mi. Nuestras lenguas seguían su ajetreada faena de bailar la una con la otra, hasta que los sonoros pitidos de los coches nos hicieron reaccionar, él, me agarró firmemente entre sus brazos llevándome   hasta un parque que se encontraba justo al otro lado de la calle, me tumbó en un banco de piedra, sentada entre sus piernas, en el que ajena a todo lo que ocurría a mi alrededor recordé los dulces momentos vividos junto a él. En ese parque, fue donde nosotros dos nos conocimos de pequeños, en el que nos enamoramos de no tan pequeños, y en el que empezamos nuestra hermosa aunque rota historia de amor. Lo miré a los ojos, sus labios eran protagonistas de una sonrisa pícara y sus ojos ardían de deseo, supongo que como los míos, por que no tardo en volver a besar mis labios dejándome sin aliento, sin palabras, sin pensamientos... Me sentía como una princesa rescatada de la torre por su súper héroe, su súperman, pero cuando ya me había dejado llevar lo suficiente por sus caricias y sus besos, recordé que el era la bruja malvada que me había encerrado allí, rompiendo mi corazón, un año atrás. 
  • Detente Payne.- intenté sonar lo mas cortante posible aunque resultaba difícil porque me encontraba exaltada por esos besos y esas caricias.
  • ¿Ya no me quieres?
  • No es eso, es que... si ahora me hago ilusiones después me destruiré cuando te vayas.
  • Y si no te haces ilusiones... y si vivimos un presente, juntos...
Esa idea sonaba tentadora, sonreí como una tonta delante de la opción de que el y yo volviéramos a estar juntos, pero después recordé lo que me hizo sufrir y que esta vez no tenía por que ser diferente... además había otra cosa crucial en este asunto... Pol.
  • Para el carro guaperas, la cuestión es que esto es imposible.
  • Nada es imposible.
  • ¿Tan pronto de volviste a olvidar de tu novia? Te recuerdo que tu estás ocupado y yo también.
  • Puedo dejar de estarlo, a mi solo me interesas tu.
  • Jajajaja ¿desde cuando?
  • Desde que has vuelto aparecer en mi vida, yo también lo pase mal al principio, pero si quería triunfar debía dejarte ir, es estúpido pero lo hice. Después no me atreví a volver a verte, temía que me odiaras o que ya estuvieras con otro... nunca imaginé que me querías de la manera que me he dado cuenta que te amo.
¿Sería verdad lo que me estaba contando? era difícil de creer, pero lo tenía allí, sentado debajo mío, con una mueca de niño pequeño con unos ojos que parecían sinceros y dios... ¿a quien intentaba engañar? lo quería y mucho, más de lo que debería. Acaricié su mejilla con mi mano, y lentamente recordé el dolor que el me causó, era masoquista pero eso me ayudaba a mantenerme fuerte y a no caer rendida ante sus encantos tan fácilmente. Si el quería recuperar mi amor debía sudar por ello, y luchar. 
  • Va a ser difícil reconquistarme, sobre todo si te vas... y si sigues con novia.
  • Nos vamos esta misma noche, pero volveré, eso no lo dudes, y preparado para volver a tenerte, te quiero Natalia, y te añoré mucho.
  • Yo también Liam, más de lo que nadie puede aguantar.
Le besé tiernamente los labios, antes de levantarme y echarme a correr en dirección a mi casa. Mientras corría luciendo una nueva sonrisa volteé una vez más al oír su sexy voz llamándome. 
  • ¡Naty! ¿Volveré a verte antes de irnos?
  • ¡Quizá!
  • No me olvides...
  • Como si pudiera hacerlo.
Como si pudiera hacerlo, era lo que intentaba hacer desde hace mucho, demasiado.



(Gracias por todo chicas son estupendas! se que llevaba un poco sin subir ningún capítulo pero es que ahora en vacaciones de navidad con todas las comidas familiares y todos los follones se me hace un poco  difícil encontrar tiempo delante del ordenador para escribir, mañana intentaré actualizar, aunque les aviso que a partir del día 30 me voi de viaje y no subiré capítulo hasta el dia 4 mas o menos... seguid comentando y animándome a escribir, son fantásticas... os quiero!)

sábado, 24 de diciembre de 2011

Gotta be you, capítulo 23

Capítulo anterior:

Dejamos atrás el tema de mi noviazgo con Zayn y hablamos de tonterías y chorradas, como si fuéramos amigos de toda la vida, dejando a parte todo eso que sentíamos el uno por el otro y todo lo que nos confundía. 
Disfruté de el, paseamos por el prado, admirando el paisaje, me llevo a cuestas riendo y provocando una felicidad innata en mi. Definitivamente lo quería, y mucho.

Capítulo 23:

El tiempo junto a el se escapaba, volaba, dejándome con ganas de más. Ahora actuábamos como dos buenos amigos, si no debíamos dejar crecer nuestro amor, al menos quería llevarme bien con el. Sonaba estúpido, que me negara a enamorarme por no lastimar a Zayn pero no era capaz. Ellos eran mejores amigos y si el llegaba a enterarse que yo le engañaba con Harry muy probablemente la banda dejaría de existir. Le conté toda mi vida, mis experiencias y emociones mientras el me guiaba por su agitada vida de famoso. Seguíamos tumbados en el pasto, nos rozábamos el uno al otro, cosa que producía escalofríos en respectivos cuerpos. Cada vez que el sonreía yo suspiraba por dentro, hasta incluso debía desviar la mirada por tal de que no me cogiera un paro cardíaco. Mi vida en esos instantes giraba alrededor del chico de cabello rizado que se encontraba tumbado a mi lado, mirándome, y dejándome sin aliento una vez más. Cuando el atardecer coloreaba el cielo con tonos rojizos, nos levantamos y nos dirigimos de vuelta a la ciudad en la moto. En el viaje, mientras yo disfrutaba de estar agarrado a él una vez más y el viento azotaba mi cara, decidí que no podía seguir con eso, debía dejar de jugar con el corazón de Zayn. Aunque Harry no quería tener nada conmigo, yo no podía seguir fingiendo que estaba enamorada del chico dulce y inmensamente atractivo. Lo quería pero no más de como un buen amigo. Esta noche debía armarme de valor y contarle la verdad. Harry paró justo delante de mi hogar.
  • Llévame a tu casa, tengo que hablar con Zayn.
  • ¿Que pasa?
  • No puedo seguir con él, no lo quiero.
  • Le romperás el corazón Carolina...
  • ¿Que sugieres entonces, que siga con él, fingiendo? Yo lo quiero mucho y no quiero lastimarlo, pero... no estoy enamorada.
  • Haz lo que creas correcto, pero... que no sufra.
  • Aré lo que pueda.
Nos dirigimos a los apartamentos de los chicos, no quise entrar, debía acabar rápido con eso así que pedí que Zayn saliera. Paseamos mientras el me contaba que tal su día y yo me mantenía callada, contemplando el suelo. 
  • ¿Que te pasa cariño?
  • Zayn yo... necesito tiempo...
  • ¿Cómo?
  • Pues que... tu me gustas y te quiero mucho pero... 
  • No lo suficiente.
  • No sé... a lo mejor... deberíamos ser solo amigos...
  • ¿Que he hecho mal?
  • No es por ti...
  • No, Carol, dímelo, ¡que he hecho mal!
Su voz se quebró en el último instante, habíamos llegado demasiado lejos, el se había enamorado de mi. Caminó unos metros hasta golpear un árbol que se encontraba en nuestro camino.
  • Zayn por favor... entiéndelo...
  • Lo intento, pero no puedo.
Le agarré el rostro para que me mirara fijo, sus ojos estaban levemente húmedos, no por favor... si le veía llorar me rompería por dentro. Le acaricié las mejillas con la mano, mostrándole mi cariño y afecto.
  • ¿Puedo robarte un último beso?
  • Pues...
Antes de que pudiera responder, él ya me había agarrado, me había tumbado hacía el y ya había sellado nuestros labios en un beso profundo y apasionado, no puede hacer otra cosa que dejarme llevar, devolverle poco a poco esos besos febriles que el me daba, para hacerlo feliz... aunque fuera por última vez. 



miércoles, 21 de diciembre de 2011

"I can be your superman", capítulo 11

Capítulo anterior:

Me acerqué a Pol, su aliento en mi cuello me producía escalofríos, acerqué sus labios a los míos y me dejé llevar por la situación. Me separé de el cuando estábamos rozando la línea y giré mi cara para observar más detenidamente al chico que me enloquecía, tenía una mirada cargada de tristeza, rápidamente se giró y echó en la otra dirección perseguido por el rubito. ¿Había hecho bien? Sí, Liam y yo estábamos hechos para ser amigos, aunque yo quisiera estar predestinada a vivir junto a el para siempre.

Capítulo 11: 

Me dirigí a mi casa analizando la situación, esperaba darle a entender a Liam que había pasado página y que para mi el ya no era más que un recuerdo pasado, difuminado con el paso de los días. Al llegar a casa me bañé por puro deseo de relax, me tumbé en el sofá con el objetivo de no moverme de allí por el resto del día, hasta que recibí la visita de Cristina. Lo había pasado de cine en su fiesta, intentaba evitar el tema de como me había ido a mi, pero claro, ella tenía que recordarme mi beso con Louis.
  • Un beso inocente, por diversión.
No se me ocurría mejor descripción que esa, a mi Louis no me gustaba, era mono y muy simpático pero para eso ya tenía a Pol. Siguió parloteando hasta que me tocó la fibra, se pasó cosa que produjo una rabieta mía hacia ella.
  • ¿Viste que guapo estaba Liam? el tiempo le ha sentado bien.... ¡lo violaría tía!
  • Jajajaja si, bueno...- ¿Que iba a responderle yo? esa chica estaba loca, y empezaba a sacarme de mis casillas.
  • No se como lo pudiste dejar escapar, si fuera tu lo habría agarrado bien fuerte, ahora es rico, famoso, ¡e increíblemente guapo!
  • ¿Ya basta no? Tu no sabes lo que paso.
Después de espetarle esas palabras, cogí mi abrigo y me fui de mi casa, noté como ella abandonaba mi casa y gritaba mi nombre pero yo no estaba para tonterías, necesitaba respirar, y olvidarme de que lo perdí tiempo atrás...

Flashback:


Estoy feliz, es una sensación extraña, yo lo echo mucho de menos, solo hace una semana que se fue de Wolverhampton pero noto su ausencia, al mismo tiempo un orgullo y una satisfacción me invaden. El está cumpliendo su sueño, el que hace dos años quedo destruido. Ahora el ha conseguido ingresar en el famosísimo programa de talentos musicales llamado X FACTOR. Intentamos seguir con nuestra relación aunque sabemos que cuesta, no nos podremos ver hasta que el y su grupo salgan del concurso, por una parte quiero que sea pronto pero en verdad se que lo mejor para el es que sean finalistas. 
Yo confío plenamente en el, llevamos ya cuatro meses saliendo, no es mucho pero se que entre nosotros hay algo especial, no hemos tenido ningún tipo de problema, la pasamos bien junto a Ani mi mejor amiga y su hermano que es su mejor amigo. Cada vez que lo veo por la televisión me derrito ante sus hermosos ojos y su voz, la que anteriormente solo había compartido conmigo y ahora conocía toda Inglaterra. Me dirijo a casa de mi mejor amiga, pero acabo de notar como mi móvil vibra en mi bolsillo, lo saco con sutileza y leo el mensaje que me acaba de llegar. Dios mío, ¡es Liam! mis ojos se inundan por la alegría que siento al recibir noticias suyas pero cuando leo el mensaje mi teléfono cae de mis manos, cayéndose al suelo, destrozándose en mil pedazos, como mis sueños, mi ilusiones y mi amor. Empiezo a correr sin rumbo alguno, alejándome de el, de su recuerdo, de sus amargas palabras tajantes, guardadas en ese simple mensaje de texto. Mientras dejó que las lagrimas recorran mis mejillas deseo no haberlo conocido, no haberme encaprichado no haberme enamorado. Supongo que esas palabras se las terminará llevando el viento y su recuerdo quedará sellado por el paso del tiempo. Me sigo alejando del lugar en el que todo acabó con un simple:
“Será mejor que lo dejemos, es lo mejor para los dos”. 

Vuelta al presente:

El día en el que leí el SMS me limité a correr hasta que mis piernas flanquearon y el único dolor que sentía era el de mis pies. No me gustaba recordarlo, fue amargo y doloroso. Ahora que Cris me lo recordó me quedaría varias horas con dolor de cabeza. Noté la presencia de alguien que me seguía, aceleré mi paso pero el no se cansaba de seguirme, volteé para verlo  y me encontré con sus ojos marrones acaramelados, y su pelo castaño claro mostrando unos rizos que le hacían parecer más dócil. La última persona que deseaba ver en ese instante.
  • ¿Por qué coño me sigues?
  • Solo quería saber como estabas, me preocupaba tu cara de tristeza.
  • Ok, perdona esto es nuevo para mi... ¿desde cuando te preocupas por mi?
  • Siempre lo he hecho.
  • Ya, claro, igual que cuando me dejaste por mensaje y luego me olvidaste durante un año.
  • Oh, yo... lo siento, no sabía que sufriste por eso...
  • No sufrí, me morí. ¿Te quería sabes? pensaba que significaba algo para ti pero ya veo que no...
  • Natalia, yo... los productores del programa me dijeron que debía entrar sin pareja.
  • ¿Y acaso eso significaba romper por un mensaje, no llamarme, no venirme a ver... olvidarte de que exis...
Mientras soltaba mi frase avancé bruscamente por el paso de peatones, aunque no pude acabar la palabra, él se abalanzó sobre mi sellando mis labios con un profundo beso. No me dejaba escapar, me tenía entre sus brazos prisionera.  Hacia un año que nadie me besaban así, con tanta pasión, dulzura y necesidad. Reaccioné abrazando mis brazos a los de él. Noté de seguida como en mis mejillas se acumulaba toda mi sangre y como unas lágrimas humedecían el beso poco a poco, mientras se hacía más y más intenso.



(Chicas! Espero que os guste el capítulo, le he dado un poco más de pasión con el beso, mañana seguiré escribiendo! os mando un saludo a todas y no dejéis de comentar, los coments me animan mucho! muchas gracias, os quiero)

martes, 20 de diciembre de 2011

Gotta be you, capítulo 22

Capítulo anterior:

  • Mira Carolina, si de verdad no quieres darme la oportunidad de explicarme y no quieres saber nada de mi, vete... o entenderé y no te volveré a molestar.
Suspiré cogí el casco de repuesto que sujetaba entre sus piernas, no dije nada, me limité a subir a la moto junto a el y a derretirme por dentro una vez más. 

Capítulo 22:

Conducía a una velocidad moderada, perfecta para que yo me aprovechara y me agarra fuerte a su torso, disfrutando de su presencia y de él, cosa que veía lejos de mi alcance. Me ponía nerviosa ir en moto, así que me dediqué a cerrar los ojos durante el resto del trayecto. Antes de que me diera cuenta la moto se detuvo, y yo ya estaba abajo de ella junto a él. Se le veía hermoso, con un pelo alborotado por el casco y el viento y con unos ojos brillantes y claros. Me moría de ganas de acercarme, tocarlo, besarlo. Pero me contuve. Simplemente dejé que el me guiara, estaba desorientada, nos encontrábamos en un pequeño bosque, en el que entrando por un sendero te adentrabas hasta llegar a un hermoso prado, verde intenso, que te hacia contener el aliento. Era un lugar de gran belleza, admirada por mis ojos, pero nada comparado con la atención que me producía el mismísimo Harry, que ahora se hallaba sentado en medio de la extensa llanura, mirándome con una media sonrisilla asomándose por la cara. Me indicó con un movimiento de cabeza rápido y preciso que me sentara delante suyo. Le hice caso y allí me encontraba, mirándole fijamente a los ojos mientras su cara se volvía seria. Unos pequeños rayos de luz hicieron que su rostro se iluminara y que su hermosura me cejara mostrando mi rubor en mis mejillas. Seguimos mirándonos por unos instantes, su mirada fija en mi me empezaba a hacerme sentir incómoda a sí que agaché mi cabeza delicadamente. Pude ver como el arrancaba pedacitos de hierba nerviosamente con las manos, cosa que que me irritaba ligeramente a si que con mis manos lo detuve. Él se sorprendió del contacto, nos habíamos ido acercando poco a poco, y estaba más cerca de lo que debería estarlo, suspiró.
  • Cuesta, no sabes lo que cuesta...
  • ¿El qué?
  • Contenerse, como he dicho antes.
Torcí mis labios pensativa, decidí tentar a la suerte y recorté un poco más de la distancia que nos separaba. El seguía mirándome serio, puse mis manos a ambos lados de su cuerpo y me acerqué más y más. El se dedicó a apartarse un poco más de mi. Aunque con un movimiento rápido me acerqué a tanto a él que le susurré a su oído:
  • ¿Te pongo nervioso Styles?
Quería controlar la situación, ya que si lo hacia él, yo acabaría desistiendo por todas esas sensaciones que el provocaba en mi, aunque parecía que el no quería quedarse corto y contraatacó susurrando esta vez en mi oreja:
  • ¿Te pongo nerviosa Mcfly? 
Ahora si que estábamos los dos igualados. Me limité a recuperar mi posición original, estaba acalorada, empezaba a sufrir las consecuencias de tenerlo cerca. Lancé mi pregunta, para que el silencio dejara de ser incómodo.
  • ¿Por que me ignorabas?
  • Era lo mejor.
  • ¿Era?
  • Me he cansado de hacerlo, quiero que seamos amigos, aunque no te quiera de esa manera.
  • Si te hubieras dado cuenta antes ahora estaríamos juntos.
  • Ya, pero no puedo retroceder el tiempo.
  • Ojalá pudieras.
  • Ojalá.
Ahora los dos teníamos una expresión triste. Ajenos a lo que pasaba a nuestro alrededor nos empezamos a perder en los ojos del otro. No me pude contener y cuando me di cuenta ya me encontraba abrazada, consolada entre sus brazos, disfrutando de su aroma y de el latido de su corazón que había ido en aumento mientras me acercaba. Cuando levanté mi cabeza para mirarle a el, nuestros labios se encontraron y antes de sellar nuestros labios con un beso el poso su dedo índice en los míos, pidiéndome silencio.
  • Zayn es como mi hermano, no puedo hacerle esto, aunque no sabes las ganas que me provocas.
  • Yo tampoco, no podría hacerle daño, es muy importante para mi.
Quedamos tumbados uno al lado del otro, encima de la hierba fresca que nos hacía de colchón, mientras el sigilo del viento nos hacia de melodía, y el uno al otro nos hacíamos compañía.
  • ¿Le quieres?
  • ¿Eh?
  • ¿A él, le quieres?
  • Ah, bueno, pues yo...
  • Responde.
  • Mmmmm, no... me gusta y no se, le tengo mucho aprecio y cariño pero no estoy enamorada, al menos de él.
  • Dos preguntas, una: ¿por qué sigues con el?
  • Supongo que por que soy incapaz de herirlo, el hizo tanto por mi y yo siento que he hecho tan poco por el...
  • Si le das esperanzas será peor.
  • ¿Cual era la otra pregunta?
  • ¿A quien quieres?
  • Es un amor no correspondido.
Dejamos atrás el tema de mi noviazgo con Zayn y hablamos de tonterías y chorradas, como si fuéramos amigos de toda la vida, dejando a parte todo eso que sentíamos el uno por el otro y todo lo que nos confundía. Disfruté de el, paseamos por el prado, admirando el paisaje, me llevo a cuestas riendo y provocando una felicidad innata en mi. Definitivamente lo quería, y mucho.




domingo, 18 de diciembre de 2011

Gotta be you, capítulo 21

Capítulo anterior: 
  • Creo que lo nuestro va bien... aún no quiero hacerlo muy formal... pero quiero que sepas que te quiero, y mucho.
  • Aún nos estamos conociendo, pero si, lo nuestro marcha bien...
  • Pero esa no es la cuestión... ¿me quieres tu a mi?
  • Mmmm, tendrás que esperar hasta mañana para saber la respuesta.
Acto seguido lo besé con un beso ligero en los labios, que provoco que un rubor se apoderara de nuestras respectivas caras. Corrí con un paso alegre hasta el interior de la casa. Sabía que Zayn se merecía algo más de mi, pero la palabra Harry seguía retumbando en mi mente, corazón y el resto de mi cuerpo. 

Capítulo 21:

La semana transcurrió tranquila, sin muchas cosas alteradas por el paso del tiempo, Sam y yo seguíamos estableciendo lazos de amistad cada vez más fuerte entre nosotras, me presentó a una amiga suya, una chica alta y con el pelo de un color castaño claro y unos ojos grises y misteriosos. Se llamaba Amy y era un poco extravagante para mi gusto, aunque muy simpática y atenta. Entre Zayn y yo, las cosas cada día iban mejor, aunque yo seguía sintiendo que no le daba todo lo que el me daba a mi. Me cuidaba, me hacía sentir feliz, pero el amor no surgía. Solo era afecto y atracción. ¿Debía pararlo? Por otro lado, Harry seguía ignorándome, parecía que no existiera y yo, evidentemente respondía a su rechazo con pura ignorancia. A veces lo miraba de reojo, su belleza seguía causando paranoias en mi y su presencia me ponía nerviosa. Nos íbamos distanciando poco a poco, mientras que Liam se ganó mi atención, llevándose la etiqueta de “mejor amigo”. Siempre estaba allí para escucharme. A veces parecía que pasaba más tiempo con el que con Zayn. Eso había despertado celos en el.
  • Carol, mi vida, ¿de verdad que entre tu y Liam no hay nada?
  • Que no tonto, ya te he dicho miles de veces que el es como mi mejor amigo.
  • Ufff... bueno yo te quiero igual.
No respondía sus te quieros, en el momento de la ruptura supongo que le afectaría más. Me seguía sintiendo horrible por jugar con él, pero quería darle la oportunidad al amor entre el moreno y yo. Todo mi miedo y mis dudas a que hacer con el se disiparon en una tarde. Volvía del centro comercial, había pasado la mañana de compras con mis amigas, Sam y Amy, con las que había compartido confesiones, risas y locuras. Paseaba a paso lento, enfrascada completamente en mi blackberry, noté una presencia delante mío. Alcé la vista y me encontré con un grupo de hombres a 5 metros de mi, en círculo con sonrisas malévolas i sarcásticas en sus bocas. 
  • Danos todo lo que lleves guapa.
  • No no, ven con nosotros mi locura, que queremos jugar...
Tenían las voces graves y raspantes. Miré a mi alrededor. No había nadie, pero esos hombres habían sido muy imprudentes de asaltarme o intentar violarme a plena luz del día. Retrocedí unos pasos, hasta que un ruido de aceleración de una moto me dejó medio sorda. Se me paró la respiración al ver que uno de los hombres se empezaba a abalanzar sobre mi. La moto que venía a toda velocidad, se detuvo a mi lado, corrí hacia ella. El misterioso conductor del vehículo me hizo señas para que me subiera en ella. No quería irme con un completo desconocido, era una locura. Pero no era nada mejor el panorama que me esperaba en la calle, a sí que dejé mis temores a un lado y me monté de un salto en el asiento de atrás, agarrándome fuertemente a mi salvador. Aceleró, podía escuchar perfectamente las barbaridades y las palabras necias que decían los hombres, hasta que solo pude oír el ruido de la moto. Me abracé fuerte a ese cuerpo robusto que conducía, una fragancia se mezclo con el olor que desprendía el cuero de su chupa de cuero motera. Ese olor me resultaba muy familiar y encantador pero también imposible de identificar. Cuando pasamos por el parque en el que conocí a Harry, grité al motorista que se detuviera, no parecía dispuesto así que empecé a golpearlo en la espalda. Detuvo la moto, y yo me bajé de ella. Esperé impaciente a que se sacara el casco, no quería irme sin verle el rostro. Con un movimiento rápido, se lo quitó, pude notar como se me cortaba la circulación y como asomaba una sonrisa por mi cara cuando divisé esos perfectos rizos y esos ojos que me hacían temblar, de amor.
  • Vaya, me ignoras durante una semana y al día siguiente apareces de la nada para rescatarme... extraño ¿no?
  • Las damiselas en apuros me pierden...
Tenía que soltar este tipo de comentarios, en fin... continué tajante.
  • ¿Por qué me odias?
  • No te odio...
  • Lo parece.
  • Te trato así por qué es lo mejor, tu estás con Zayn y no quiero destrozar lo que tenéis...
  • Es que acaso crees que saludándome lo mío con Zayn terminaría?
  • No, pero si te tengo cerca no me puedo controlar, y si me tienes cerca te terminarías enamorando de mi. 
  • Jajaja ¿enamorada de ti? ¿quien te crees que eres, mister universo?
  • Niégame que no sientes nada por mi.
No sabía que responder. Me quedé mirándolo intentando poner cara de póker para que no notara que me moría de amor por dentro en verdad.
  • Mira Carolina, si de verdad no quieres darme la oportunidad de explicarme y no quieres saber nada de mi, vete... lo entenderé y no te volveré a molestar.
Suspiré cogí el casco de repuesto que sujetaba entre sus piernas, no dije nada, me limité a subir a la moto junto a el y a derretirme por dentro una vez más. 


sábado, 17 de diciembre de 2011

"I can be your superman", capítulo 10

Un dulce olor a magdalenas recién hechas, inundó todos mis sentidos. Abrí los ojos, me sentía llamada por ese llamativo olor endulzado que se respiraba en mi habitación. Me levanté de un salto y de seguida noté las consecuencias de la salida nocturna de anoche.
La cabeza me daba vueltas, mientras una migraña interminable me hacia delirar. Resaca, pura resaca. Me metí con lentitud a la ducha. Mientras el agua caía sobre mis cabellos, mis ideas se aclaraban. ¿Que hacer con Liam? Nada, eso mismo es lo que iba a hacer, dejar que el sea tu amigo y ya está, además yo estaba saliendo con Pol y era feliz con él, aunque me empezaba a sentir engañada por mi cabeza de si el afecto que sentía por Pol era verdadero o simplemente era lo mejor para no sufrir. Salí del baño, me vestí de la manera más cómoda posible, pero a la vez de una manera bonita, con un vestido corto con un estampado primaveral. Me cubrí las ojeras y las marcas faciales de insomnio con kilos y kilos de pote. Bajé a desayunar, cogí una de esas apetecibles magdalenas y me fui corriendo a casa de Ani. Ella me abrió la puerta, había optado por un atuendo parecido a mi habitual estilo de vestir, jeans cortos, sudadera y unas gafas de sol oscuras que no dejaban divisar ni el contorno de sus ojos. Me acerqué para quitarle las gafas. Solté un pequeño chillido al ver que alrededor de sus ojos, unas ojeras bien marcadas habían aparecido. 
  • Vale tranquila, ya sé que estoy horrible y parezco la niña de los Adams pero... ¡el maquillaje me ha abandonado en esta lucha por estar guapa!
  • El maquillaje no hace milagros cariño.
  • Me da igual ¿sabes? ¡ayer me lié con el chico más solicitado de este país!
  • ¡¿Con Robert Pattinson?! 
  • No tonta, con mr. Styles.
  • Vaya, ¿con el rizitos?
  • Ajá, estoy tan feliz... ¿y tu que?
  • ¿Yo? nada...
  • ¿Como que nada? tengo que recordarte que, tienes un novio llamado Pol que como se entere de que ayer te liaste con Louis y después te fugaste con Liam te mata. 
  • ¿Qué? ¿de donde has sacado eso?
  • Te vi irte con el, ¿Natty estás loca? creía que lo habías superado ya...
  • No pasó nada, te lo juro. Solo le cure la herida.
  • No es a mi a la que tienes que convencer, si no al que está allá fuera esperándote.
Me giré, temiendo que mi novio estuviera allí, enfadado y lastimado. Pero no parecía el caso, en su cara lucía una hermosa sonrisa que enseguida se me contagió, le di un beso en la mejilla a Ani y me fui de allí cagando leches a reunirme con mi supuesto “amado”. Él no parecía para nada molesto, seguía sonriendo mostrando esos blancos dientes y esos labios esponjosos con los que me encantaba jugar. 
  • Que guapo.
  • La palabra guapa se te queda corta.
  • No te vi ayer.
  • Yo a ti tampoco.
Se acercó a mi y me besó ligeramente en los labios, ¡al diablo con todo! el era mi novio y yo quería más, a si que lo agarré sensualmente por el cuello y lo acerqué a mi, me colgué de él quedando suspendida en el aire, para que el beso cobrara vida, otro sentido más profundo.
  • Vale mi vida, lo he entendido, ya no te dejaré sola en las fiestas que me hechas de menos...
  • Claro... 
Me pasé toda la mañana paseando y charlando con el, era tan agradable, hacia que todo se olvidara, aunque después pensaba en el daño que le podía hacer enterarse de mis besos con los otros chicos. A medio día nos sentamos en el parque, vi como por la otra parte de la acera, estaban paseando Liam y el chico rubio de la banda. Yo no podía seguir así, Pol no se lo merecía a si que debía terminar lo que ayer le di a entender a Liam con mi dulce beso. Me acerqué a Pol, su aliento en mi cuello me producía escalofríos, acerqué sus labios a los míos y me dejé llevar por la situación. Me separé de el cuando estábamos rozando la línea y giré mi cara para observar más detenidamente al chico que me enloquecía, tenía una mirada cargada de tristeza, rápidamente se giró y echó en la otra dirección perseguido por el rubito. ¿Había hecho bien? Sí, Liam y yo estábamos hechos para ser amigos, aunque yo quisiera estar predestinada a vivir junto a el para siempre.


(Aquí tenéis el capítulo que hos prometí, es sosete, (falta de inspiración)  pero me sirve de nexo a la historia de amor, espero que os guste y que me dejéis algun comentario bonito, os quieroooooo!)

jueves, 15 de diciembre de 2011

Lo siento chicas:(

Holaaaaa preciosas! escribo esta entrada para disculparme, estoy muy liada esta semana y no tengo tiempo de escribir, además mañana estaré toda la tarde fuera y no podré subir capítulo hasta el sábado por la tarde... siento haceros esperar pero no hos preocupeis que el sábado subiré los capítulos que pueda para compensaros! muchas gracias por seguirme y por leer... OS QUIERO!

lunes, 12 de diciembre de 2011

Gotta be you, capítulo 20

Capítulo anterior: 
  • ¿Por que no olvidamos lo que paso ayer? es lo mejor para los dos...
  • Creía que lo hiciste por que te lo decía el corazón...
  • Estaba borracho, lo siento pero fue un simple impulso... 
Se levantó con una mirada triste y se alejó de la terraza dejándome sola de nuevo. No entendía a ese chico, ¿que le pasaba? ¿que había hecho mal? No lo pude evitar y noté como una lágrima cayó por mi mejilla. 

Capítulo 20

¿Por qué tenia que hacerlo todo tan difícil? ¿Por que tenía que ser así? Se que en mi interior estaba siendo egoísta, quería tener a Zayn y a Harry... ahora que Harry me había rechazado, todo debía ser más fácil, pero no lo era, para nada. Esas palabras de Harry me habían causado daño, se me habían clavado como puñales en lo más fondo de mi corazón. Había quedado como una tonta, pero me había ilusionado por un simple beso de una estrella famosa, además esa era una forma de jugar con los sentimientos de Zayn y no era justo. Pero cuando una está enamorada no entiende de razones y tampoco quiere hacerlo. 
Seguí allí sentada unos minutos hasta que alguien posó su firme mano en mi hombro. 
  • ¿Te encuentras bien, o quieres que te lleve a casa? 
  • Me duele un poco la cabeza...
Mentí, lo que me dolía era el corazón. No quería mirar a los ojos de Liam, el era dulce y guapo, era como un hermano para mi, y si lo miraba él no tardaría en darse cuenta de que algo estaba mal en mi. Me agarró suavemente de la mano y me alzó para abrazarme. 
  • No se que te ha pasado que te tiene así... pero, quédate. Aquí lo pasaras bien y podrás olvidar lo que te preocupa.
No creo, pensé para mi, pero ahora que estaba aquí debía hacerle frente a Styles y ya que el no quería nada conmigo, yo no querría nada con el. Suspiré y sonreí. Recordé lo que siempre me decía una amiga en España, ¡Suda de el, tia! Era verdad, debía concentrarme en la bonita amistad que estaba forjando con los chicos, y bueno, Zayn seguía allí para mimarme, cuidarme y quererme. Entramos de nuevo en el apartamento de Niall, con paso decidido. Los chicos estaban sentados en la mesa, peleándose para conseguir el trozo de pizza menos chamuscado y más comestible. 
  • ¡Por fin! Madre mía creía que te habíamos asustado con ese gran póster de Justin Bieber en la puerta...- Louis, estaba loco. Pero me encantaba.
  • ¿No te gusta Justin Bieber?- La carita de Niall al pronunciarlo era épica.
  • No mucho la verdad... me gusta más ¡one directioooooooon!
Después de decir esto corrí hacia mi sitio, estaba entre Zayn y Liam, me acomodé, ya estaba mejor, pero claro Harry seguía allí delante mío pero no me miraba, ni tan solo me saludó, ni una palabra, estaba absorto en su teléfono. Twitter, pensé. 
  • ¿Por que habéis tardado tanto?- preguntó Niall con interés.
  • Lo bueno se hace esperar ¿no? igual que estamos haciendo esperar estas pizzas...- Musité con una sonrisa.
  • Tienes razón en parte, lo de que las pizzas estén buenas lo dudo un poco...
De repente esa comida se convirtió en una especie de jungla. Todos los chicos excluyendo a uno, alargaron las manos para coger un bocado de las pizzas y se empezaron a tirar la comida como niños de 5 años. Harry seguía absorto en su teléfono. Conversé con todos los chicos, excluyendo también a Harry. Todos eran extremadamente simpáticos y adorables conmigo. Cuando llegó la hora de irme para casa, me despedí de todos ellos con dos besos en las mejillas pero Styles solo era digno de un adiós. Si el jugaba a ignorarme yo jugaría más duro. Para el quizás era un juego pero para mi era mucho más doloroso. Salí de la mano de Zayn, por suerte lo tenía a el para hacerme reír y hacerme sentir única. Me llevó a casa en coche y cuando nos detuvimos en frente de mi portal el me agarró las manos en un posado romántico y se subió la capucha de la sudadera para darse aires de machote, estaba realmente atractivo y muy pero muy sexy. Me suspiró cerca de la cara, provocando que un nerviosismo se apoderara de mi.
  • Creo que lo nuestro va bien... aún no quiero hacerlo muy formal... pero quiero que sepas que te quiero, y mucho.
  • Aún nos estamos conociendo, pero si, lo nuestro marcha bien...
  • Pero esa no es la cuestión... ¿me quieres tu a mi?
  • Mmmm, tendrás que esperar hasta mañana para saber la respuesta.
Acto seguido lo besé con un beso ligero en los labios, que provoco que un rubor se apoderara de nuestras respectivas caras. Corrí con un paso alegre hasta el interior de la casa. Sabía que Zayn se merecía algo más de mi, pero la palabra Harry seguía retumbando en mi mente, corazón y el resto de mi cuerpo. 


sábado, 10 de diciembre de 2011

"I can be your superman", capítulo 9

Capítulo anterior: 

Instantes después un golpe fuerte y preciso, golpeó la cara del chico que me tenía prisionera. Pude ver el reflejo de mi ángel, el chico que me había salvado. Mi súper héroe, mi súper man.


Capítulo 9: 

Me sentía feliz y contenta, por qué era él el que estaba allí defendiéndome, él estaba allí para mi, pero mi felicidad no duró mucho, el chico no iba a dejar que nadie se interpusiera en su camino, se levantó de un salto y le propinó un puñetazo a mi héroe en la cara. Él cayo de espaldas al suelo provocando un sonido sordo, lo único que pude hacer fue soltar un chillido. Estaba herido y por mi culpa... ¿a quién quería engañar? lo seguía queriendo, muy en el fondo de mi corazón. Por suerte mi grito hizo que bastante gente se amontonara a nuestro alrededor provocando que el chico que me acosaba quedara fuera de la fiesta. Ya estaba mucho más tranquila ahora. Me acerqué a mi súper man que estaba resintiéndose del golpe en el suelo. Lo cogí de las manos y me lo llevé fuera, antes de que nadie me quitara su atención. 
  • Ven, vivo en la casa que está junto a esta, allí te podré curar esa herida...
  • Recuerdo donde vives, no ha pasado tanto tiempo...
Sentir su mano sobre la mía provocó que un montón de recuerdos inundaran mi mente. Pero no debía despistarme, el necesitaba mi ayuda después de salvarme de esa pesadilla. Sonreía con una sonrisa leve, tenia el labio manchado de sangre y la frente sudorosa, el pelo castaño claro muy alborotado y unos ojos brillantes. Una ráfaga de aire fresco me hizo darme cuenta de lo tarde que era ya. Los efectos del alcohol se me habían pasado de inmediato debido a la adrenalina que ahora pasaba por mis venas. Abrí la puerta de mi casa, sin que el me soltara la mano. Lo necesitaba cerca mío. Por suerte mis padres no estaban en la ciudad esa noche y teníamos toda la casa para nosotros. Fuimos a la cocina, él conocía bien donde estaba cada cosa. Saqué el botiquín y con un algodón mojado en agua oxigenada, muy cuidadosamente le limpié la herida que brotaba del extremo de sus labios, rojos y perfectamente besables... 
  • ¡Auuu! duele ¿sabes?
  • No haberte metido en donde no te llamaban...
  • Perdón, pero recordé lo que me dijiste, lo de las promesas... una de ellas era que te cuidaría y que no dejaría que te pasara nada malo y nada te hiciera sufrir... no quería romper esa también...
  • La rompiste hace mucho tiempo.
  • ¿Qué?
  • Tu has sido siempre la fuente de mis sufrimientos.
Había sido dura, y lo sabía, pero odiaba estar en silencio, y esconder lo mal que lo había pasado. Estaba enamorada, y lo quería con toda mi alma, por eso cuando me dejó, se llevo una parte de mi. Mi verdadero yo. Ahora solo quedaba una chica rebelde, que no creía en el amor. Y era por su culpa. Se merecía esas palabras y otras de más duras.
  • Yo... lo siento... de verdad... 
  • Shhht, lo he ido superando, poco a poco, pero ahora ya estoy mejor.
No quería darle pena en estos momentos, debía mostrarle que el no era el centro del universo. No había pasado página, había empezado un nuevo libro y no quería destruir todo el trabajo de todo un año. Posé mi dedo en su labio para que se callara y seguí curándolo pero en silencio. No aguantó mucho rato y lo acabó rompiendo.
  • ¿Como te va todo?
  • ¿No lo ves? voy tirando... 
  • Me alegro.
  • A tu por lo visto todo te va de perlas...
  • Que va, perdí a algo muy importante en mi vida.
  • Será por que te lo merecías.
Me callé, ese comentario de que había perdido algo importante me dejo de piedra... ¿y si se refería a lo nuestro? o mas bien dicho... ¿a mi? No seguramente no hablaba de mi, aunque la curiosidad me corroía por dentro. Terminé de curarlo, tenía los ojos cerrados. Su fragancia me envolvía cegando mis sentidos. Sus labios me llamaban, no lo pude resistir y le besé. Fue un beso común, de esos picos leves. Pero para mi significó mucho más que eso. El abrió los ojos de repente y se acercó a mi. Acercó sus labios a los míos pero los desvió hacia mi oído susurrándome unas dulces palabras en el oído.
  • No quiero volver a perderte. Vete a la cama, necesitas descansar.
Después de esto me abrazó, dejándome sin ninguna palabra, mi única reacción fue corresponderle al abrazo. Pasados unos segundos se alejó y se marchó de mi casa, vete a saber donde. Sus palabras resonaban en mi interior. Como un robot me dirigí hacia mi habitación a dormir. Mañana sería un día nuevo. 


viernes, 9 de diciembre de 2011

Gotta be you, capítulo 19

Bien. Era hora de vestirme rápidamente, Zayn me pasaría a buscar por Mi casa en 15 minutos. Ok. Challenge accepted. Me vestí con unos pitillos de un color rosado oscuro junto con un top amplio blanco i unas vans de lentejuelas plateadas que me había comprado esa mañana com mi padre. 


Un último retoque del maquillaje y una miradita en el espejo. Shit. No me veía especialmente guapa hoy. Bajé corriendo las escaleras justo cuando el timbre sonó. Respiré profundamente y abrí la puerta con una amplia sonrisa. Me encontré con esos ojos marrones oscuros, brillantes de la emoción. Una sonrisa ampliamente formada y un pelo peinado hacia el costado. Acerqué mi mano a su pelo y lo despeiné con cuidado y cariño. Su sonrisa desapareció de repente.
  • ¡No! Carolina, ahora estoy despeinado y feo..
  • Tu siempre estás guapo tonto.
Después de soltar esas palabras, no me dio ni tiempo a ver su expresión, pero deduce que estaba feliz por qué se acercó a mi y poso sus labios en los míos envolviéndome en un beso corto pero dulce, como el azúcar.  
  • ¿Como te encuentras hoy? además de preciosa...
  • Mmmm bastante bien, he ido de compras y me he comprado estow.
Levanté una pierna para que viera mis nuevos zapatos, me desequilibré y me apoyé en el para no caer de morros al suelo.
  • Deja los equilibrios para el circo cariño.
No dirigimos al coche, subimos y ya estábamos en dirección la casa de one direction. Estaba nerviosa, siempre había soñado en encontrarme en aquella posición, pero, ¿que pensaría Harry si aparecía junto a Zayn como si fuéramos novios? no había hablado con el sobre el beso que ansiaba repetir. Quería sentirlo cerca y tenerlo a mi lado, pero no quería lastimar a Zayn, además el me gustaba, no tenía por qué negarlo. Durante el viaje, Zayn iba hablándome de cosas superfluas a las que contestaba sin muchas ganas. Antes de que pudiera aclarar algo, el coche detuvo su marcha. Ya habíamos llegado. Decidí disfrutar de su compañía y dejar mis estúpidos problemas para luego. Entramos, era un complejo con 4 apartamentos bastante grandes. Zayn y Niall vivían en los dos del primer piso, mientras que Liam vivía en el del segundo piso y Louis compartía el otro del segundo piso con Harry. Entramos al primero, el de Niall, era espacioso y iluminado, pero antes de que me girara y pudiera seguir inspeccionando con la mirada ese bonito lugar, sentí como unos brazos me agarraban y me hacían girar en el aire.
  • Carolinitaaaaaaaaaaaaaaaaaa, ¡que bien que hayas venido! ya me aburren estos sosos...
  • ¡Louis! yo también me alegro de verte.
Me arreglé la camiseta ya que su abrazo me la había levantado más de lo debido. Louis ya me tenía confianza, me caía tan bien. Después me dirigí hacia Liam, lo adoraba, lo poco que lo conocía, pude hablar con el de todo, como si fuéramos amigos de toda la vida. Le di dos besos y busqué con la mirada a Harry. 
  • Niall está en la cocina. 
Ufff, suerte que nadie se había percatado que a quien buscaba no era a Niall sino a el señorito Styles. Fui a la cocina y abracé a Niall. Estaba sacando las pizzas del horno.
- ¿Que te parece la comida?
  • Bueno... están un poquillo quemaditas ¿no?
  • Mmmmm, ¿solo un poquillo? ¡Bah! es igual quién no quiera que no coma.
Después de ver como los chicos enloquecían para poner la mesa y organizarse, salí del apartamento para poder ver el resto del edificio privado que compartían los chicos. Subí al piso de arriba y me encontré con una terraza enorme. Me senté a disfrutar del paisaje y de la brisa matutina de Londres. Alguien se sentó a mi lado, desvié la mirada del punto fijo para descubrir al chico misterioso que estaba junto a mi. Era el, sus ojos, sus rizos, su boca, su cuerpo... Parecía cansado y tenía unas ojeras marcadas en la cara. Con la yema de mi dedo índice, deslicé mi dedo por el contorno de sus ojos. Él se limitó a suspirar. 
  • ¿Resaca?
  • Algo parecido. 
Me acerqué un poco más a el, y al terminar con los ojos, pasé mi dedo por sus labios. Lo necesitaba, sus ojos me llamaban, al igual que los latidos de su corazón. Cuando la distancia entre nosotros era mínima, y nuestros labios estaban casi en contacto, el me agarró la muñeca que jugaba con sus mejillas. 
  • ¿Por que no olvidamos lo que paso ayer? es lo mejor para los dos...
  • Creía que lo hiciste por que te lo decía el corazón...
  • Estaba borracho, lo siento pero fue un simple impulso... 
Se levantó con una mirada triste y se alejó de la terraza dejándome sola de nuevo. No entendía a ese chico, ¿que le pasaba? ¿que había hecho mal? No lo pude evitar y noté como una lágrima cayó por mi mejilla.