domingo, 18 de diciembre de 2011

Gotta be you, capítulo 21

Capítulo anterior: 
  • Creo que lo nuestro va bien... aún no quiero hacerlo muy formal... pero quiero que sepas que te quiero, y mucho.
  • Aún nos estamos conociendo, pero si, lo nuestro marcha bien...
  • Pero esa no es la cuestión... ¿me quieres tu a mi?
  • Mmmm, tendrás que esperar hasta mañana para saber la respuesta.
Acto seguido lo besé con un beso ligero en los labios, que provoco que un rubor se apoderara de nuestras respectivas caras. Corrí con un paso alegre hasta el interior de la casa. Sabía que Zayn se merecía algo más de mi, pero la palabra Harry seguía retumbando en mi mente, corazón y el resto de mi cuerpo. 

Capítulo 21:

La semana transcurrió tranquila, sin muchas cosas alteradas por el paso del tiempo, Sam y yo seguíamos estableciendo lazos de amistad cada vez más fuerte entre nosotras, me presentó a una amiga suya, una chica alta y con el pelo de un color castaño claro y unos ojos grises y misteriosos. Se llamaba Amy y era un poco extravagante para mi gusto, aunque muy simpática y atenta. Entre Zayn y yo, las cosas cada día iban mejor, aunque yo seguía sintiendo que no le daba todo lo que el me daba a mi. Me cuidaba, me hacía sentir feliz, pero el amor no surgía. Solo era afecto y atracción. ¿Debía pararlo? Por otro lado, Harry seguía ignorándome, parecía que no existiera y yo, evidentemente respondía a su rechazo con pura ignorancia. A veces lo miraba de reojo, su belleza seguía causando paranoias en mi y su presencia me ponía nerviosa. Nos íbamos distanciando poco a poco, mientras que Liam se ganó mi atención, llevándose la etiqueta de “mejor amigo”. Siempre estaba allí para escucharme. A veces parecía que pasaba más tiempo con el que con Zayn. Eso había despertado celos en el.
  • Carol, mi vida, ¿de verdad que entre tu y Liam no hay nada?
  • Que no tonto, ya te he dicho miles de veces que el es como mi mejor amigo.
  • Ufff... bueno yo te quiero igual.
No respondía sus te quieros, en el momento de la ruptura supongo que le afectaría más. Me seguía sintiendo horrible por jugar con él, pero quería darle la oportunidad al amor entre el moreno y yo. Todo mi miedo y mis dudas a que hacer con el se disiparon en una tarde. Volvía del centro comercial, había pasado la mañana de compras con mis amigas, Sam y Amy, con las que había compartido confesiones, risas y locuras. Paseaba a paso lento, enfrascada completamente en mi blackberry, noté una presencia delante mío. Alcé la vista y me encontré con un grupo de hombres a 5 metros de mi, en círculo con sonrisas malévolas i sarcásticas en sus bocas. 
  • Danos todo lo que lleves guapa.
  • No no, ven con nosotros mi locura, que queremos jugar...
Tenían las voces graves y raspantes. Miré a mi alrededor. No había nadie, pero esos hombres habían sido muy imprudentes de asaltarme o intentar violarme a plena luz del día. Retrocedí unos pasos, hasta que un ruido de aceleración de una moto me dejó medio sorda. Se me paró la respiración al ver que uno de los hombres se empezaba a abalanzar sobre mi. La moto que venía a toda velocidad, se detuvo a mi lado, corrí hacia ella. El misterioso conductor del vehículo me hizo señas para que me subiera en ella. No quería irme con un completo desconocido, era una locura. Pero no era nada mejor el panorama que me esperaba en la calle, a sí que dejé mis temores a un lado y me monté de un salto en el asiento de atrás, agarrándome fuertemente a mi salvador. Aceleró, podía escuchar perfectamente las barbaridades y las palabras necias que decían los hombres, hasta que solo pude oír el ruido de la moto. Me abracé fuerte a ese cuerpo robusto que conducía, una fragancia se mezclo con el olor que desprendía el cuero de su chupa de cuero motera. Ese olor me resultaba muy familiar y encantador pero también imposible de identificar. Cuando pasamos por el parque en el que conocí a Harry, grité al motorista que se detuviera, no parecía dispuesto así que empecé a golpearlo en la espalda. Detuvo la moto, y yo me bajé de ella. Esperé impaciente a que se sacara el casco, no quería irme sin verle el rostro. Con un movimiento rápido, se lo quitó, pude notar como se me cortaba la circulación y como asomaba una sonrisa por mi cara cuando divisé esos perfectos rizos y esos ojos que me hacían temblar, de amor.
  • Vaya, me ignoras durante una semana y al día siguiente apareces de la nada para rescatarme... extraño ¿no?
  • Las damiselas en apuros me pierden...
Tenía que soltar este tipo de comentarios, en fin... continué tajante.
  • ¿Por qué me odias?
  • No te odio...
  • Lo parece.
  • Te trato así por qué es lo mejor, tu estás con Zayn y no quiero destrozar lo que tenéis...
  • Es que acaso crees que saludándome lo mío con Zayn terminaría?
  • No, pero si te tengo cerca no me puedo controlar, y si me tienes cerca te terminarías enamorando de mi. 
  • Jajaja ¿enamorada de ti? ¿quien te crees que eres, mister universo?
  • Niégame que no sientes nada por mi.
No sabía que responder. Me quedé mirándolo intentando poner cara de póker para que no notara que me moría de amor por dentro en verdad.
  • Mira Carolina, si de verdad no quieres darme la oportunidad de explicarme y no quieres saber nada de mi, vete... lo entenderé y no te volveré a molestar.
Suspiré cogí el casco de repuesto que sujetaba entre sus piernas, no dije nada, me limité a subir a la moto junto a el y a derretirme por dentro una vez más. 


1 comentario:

  1. Me encanta! ohh me muero por dentro...porque me meto tanto en la piel de la protagonista, que me enloquece ese chico y todos los de la banda! Por favor continua!

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