martes, 20 de diciembre de 2011

Gotta be you, capítulo 22

Capítulo anterior:

  • Mira Carolina, si de verdad no quieres darme la oportunidad de explicarme y no quieres saber nada de mi, vete... o entenderé y no te volveré a molestar.
Suspiré cogí el casco de repuesto que sujetaba entre sus piernas, no dije nada, me limité a subir a la moto junto a el y a derretirme por dentro una vez más. 

Capítulo 22:

Conducía a una velocidad moderada, perfecta para que yo me aprovechara y me agarra fuerte a su torso, disfrutando de su presencia y de él, cosa que veía lejos de mi alcance. Me ponía nerviosa ir en moto, así que me dediqué a cerrar los ojos durante el resto del trayecto. Antes de que me diera cuenta la moto se detuvo, y yo ya estaba abajo de ella junto a él. Se le veía hermoso, con un pelo alborotado por el casco y el viento y con unos ojos brillantes y claros. Me moría de ganas de acercarme, tocarlo, besarlo. Pero me contuve. Simplemente dejé que el me guiara, estaba desorientada, nos encontrábamos en un pequeño bosque, en el que entrando por un sendero te adentrabas hasta llegar a un hermoso prado, verde intenso, que te hacia contener el aliento. Era un lugar de gran belleza, admirada por mis ojos, pero nada comparado con la atención que me producía el mismísimo Harry, que ahora se hallaba sentado en medio de la extensa llanura, mirándome con una media sonrisilla asomándose por la cara. Me indicó con un movimiento de cabeza rápido y preciso que me sentara delante suyo. Le hice caso y allí me encontraba, mirándole fijamente a los ojos mientras su cara se volvía seria. Unos pequeños rayos de luz hicieron que su rostro se iluminara y que su hermosura me cejara mostrando mi rubor en mis mejillas. Seguimos mirándonos por unos instantes, su mirada fija en mi me empezaba a hacerme sentir incómoda a sí que agaché mi cabeza delicadamente. Pude ver como el arrancaba pedacitos de hierba nerviosamente con las manos, cosa que que me irritaba ligeramente a si que con mis manos lo detuve. Él se sorprendió del contacto, nos habíamos ido acercando poco a poco, y estaba más cerca de lo que debería estarlo, suspiró.
  • Cuesta, no sabes lo que cuesta...
  • ¿El qué?
  • Contenerse, como he dicho antes.
Torcí mis labios pensativa, decidí tentar a la suerte y recorté un poco más de la distancia que nos separaba. El seguía mirándome serio, puse mis manos a ambos lados de su cuerpo y me acerqué más y más. El se dedicó a apartarse un poco más de mi. Aunque con un movimiento rápido me acerqué a tanto a él que le susurré a su oído:
  • ¿Te pongo nervioso Styles?
Quería controlar la situación, ya que si lo hacia él, yo acabaría desistiendo por todas esas sensaciones que el provocaba en mi, aunque parecía que el no quería quedarse corto y contraatacó susurrando esta vez en mi oreja:
  • ¿Te pongo nerviosa Mcfly? 
Ahora si que estábamos los dos igualados. Me limité a recuperar mi posición original, estaba acalorada, empezaba a sufrir las consecuencias de tenerlo cerca. Lancé mi pregunta, para que el silencio dejara de ser incómodo.
  • ¿Por que me ignorabas?
  • Era lo mejor.
  • ¿Era?
  • Me he cansado de hacerlo, quiero que seamos amigos, aunque no te quiera de esa manera.
  • Si te hubieras dado cuenta antes ahora estaríamos juntos.
  • Ya, pero no puedo retroceder el tiempo.
  • Ojalá pudieras.
  • Ojalá.
Ahora los dos teníamos una expresión triste. Ajenos a lo que pasaba a nuestro alrededor nos empezamos a perder en los ojos del otro. No me pude contener y cuando me di cuenta ya me encontraba abrazada, consolada entre sus brazos, disfrutando de su aroma y de el latido de su corazón que había ido en aumento mientras me acercaba. Cuando levanté mi cabeza para mirarle a el, nuestros labios se encontraron y antes de sellar nuestros labios con un beso el poso su dedo índice en los míos, pidiéndome silencio.
  • Zayn es como mi hermano, no puedo hacerle esto, aunque no sabes las ganas que me provocas.
  • Yo tampoco, no podría hacerle daño, es muy importante para mi.
Quedamos tumbados uno al lado del otro, encima de la hierba fresca que nos hacía de colchón, mientras el sigilo del viento nos hacia de melodía, y el uno al otro nos hacíamos compañía.
  • ¿Le quieres?
  • ¿Eh?
  • ¿A él, le quieres?
  • Ah, bueno, pues yo...
  • Responde.
  • Mmmmm, no... me gusta y no se, le tengo mucho aprecio y cariño pero no estoy enamorada, al menos de él.
  • Dos preguntas, una: ¿por qué sigues con el?
  • Supongo que por que soy incapaz de herirlo, el hizo tanto por mi y yo siento que he hecho tan poco por el...
  • Si le das esperanzas será peor.
  • ¿Cual era la otra pregunta?
  • ¿A quien quieres?
  • Es un amor no correspondido.
Dejamos atrás el tema de mi noviazgo con Zayn y hablamos de tonterías y chorradas, como si fuéramos amigos de toda la vida, dejando a parte todo eso que sentíamos el uno por el otro y todo lo que nos confundía. Disfruté de el, paseamos por el prado, admirando el paisaje, me llevo a cuestas riendo y provocando una felicidad innata en mi. Definitivamente lo quería, y mucho.




1 comentario: