Gotta be you, capítulo 15

Nuestra velada fue de lo más perfecta. Fuimos a un restaurante lujoso y tranquilo, al que parecía que conocían a Zayn a la perfección. A lo mejor era el sitio al que llevaba a todos sus ligues para impresionarlos. Nos sentaron en el piso de arriba para tener más intimidad. Hablamos de todo un poco, me hizo preguntas sobre mi y me explicó todo su paso por X factor y su carrera musical. Cada minuto que pasaba me sentía más cerca suyo pero a la vez cada minuto añoraba más al chico de pelo rizado que me hacia delirar por el. Cuando hacia referencia a mis sentimientos esquivaba el tema hábilmente, no quería decir nada aún por si me había de arrepentir. Ni yo misma sabía que haría, por qué estaba claro que yo a Zayn le gustaba, por eso había hecho todo eso por mi, pero lo que no tenía tan claro era de que Harry sintiera algo por mi. Estuvimos allí sentados mucho rato, comimos y después de comer seguimos allí por horas, intercambiando emociones, vivencias y sonrisas. Cuando ya había perdido la noción del tiempo de nuevo sentí como mi bolso vibraba. Me dediqué a echarle una ojeada a la llamada entrante. Era mi padre.

• Disculpa Zayn, papa ya se preocupa-.
• No hay problema-.

Desbloqueé el teléfono y respondí.

- ¿Hola? Si, papa, no te preocupes... si... he salido a comer... ¿tan tarde? ¿¡que ya son las 6 de la tarde!? vaya... si no te preocupes... si... si... estoy con Zayn... si vale... adiós-. 

Me senté de nuevo en la mesa y sonreí. 

• ¿Que te ha dicho?
• ¿Que si estoy contigo estoy bien acompañada, y que si no me cuidas ¡te matará!-. lo dije muy dramáticamente. Cuando nos calmamos y paramos de reír me cogió de la mano. Me sonrojé, nunca antes me habían hecho sentir tan especial. 

Decidimos levantarnos y nos fuimos a dar un paseo. Nos fuimos en coche a la costa, en la que había una feria tranquila y agradable. Paseamos por el borde del paseo marítimo. La noche iba llegando, allí se hacia oscuro muy temprano. Paseamos bajo la luz de la puesta de sol y nos detuvimos a comer unos “fish and chips” de cena. Seguimos paseando ahora debajo de la luz de la luna. Me cogió de la mano, y yo se la apreté ligeramente. Era una escena muy bonita. Sobretodo por qué era el el chico que me acompañaba. En un instante determinado se posó frente mío. Me miró fijamente a los ojos y se puso serio.

• Eres muy especial Carolina, y me gustas mucho... por eso he querido hacer las cosas diferentes contigo... ya sabes ir mas despacio... 

Mientras me pronunciaba esas palabras yo me perdí en su mirada y no me di cuenta de como, pero sus labios se posaron sobre los míos, fundiéndonos el uno con el otro en un largo y dulce beso.