Gotta be you, capítulo 2

El viaje fue tranquilo y sin ningún incidente, me dormí con las dulces voces de mis ídolos: Louis, Liam, Zayn, Niall y Harry*_* Me desperté como de costumbre, con un rayo de luz alumbrando mis ojos azul oscuro, pero algo había cambiado, evidentemente seguía siendo el mismo sol pero yo no lo sentía así. Ya no estaba en España, me encontraba en un lugar nuevo y en un país nuevo, en el que brillaba otro sol completamente distinto. Bajé del avión y mis pies tocaron tierra. Ya estaba, Londres aquí estoy, estoy dispuesta a que te enteres de quién es Carolina! y vale, lo acepto me motivé un poco más de lo común, pero había decidido disfrutarlo, ya sabéis me inspiré en la canción de UP ALL NIGHT. Cuando llegué a la zona  de encuentro con los familiares mis esperanzas de una recibida acogedora se desvanecieron, una vez más el trabajo había pasado por encima de mi para mi padre y había mandado a su chofer a buscarme. Leí el cartelito, "para la chica más hermosa del mundo: Carolina". Me senté en la parte trasera del coche en la que me esperaba un bonito ramo de rosas, a lo mejor no era tan mal padre.. joder me estaba dejando comprar por un ramo de flores? bueno de momento era lo más dulce que había hecho por mi un hombre en mucho tiempo. Yo no era una chica fea, ni mucho menos. Era normalita, alta morena, piel perfectamente bronzeada, sonrisa dulce y brillante y ojos azul oscuro. Nunca había sentido nada especial por ningún chico en concreto, había tenido algún novio pero los chicos españoles no se esmeraban mucho en cuidar la relación así que me fui a Inglaterra completamente libre! Llegamos a la nueva casa, era un barrio bonito, parques verdes, aceras limpias, y casas tremendamente lujosas. Ese no era para nada mi estilo. Al bajar del coche me sentí fuera de lugar, iba con mis tejanos rotos, mis converse y una sudadera así que no iba para nada a conjunto con ese nuevo estilo de vida. Al indicarme cual era mi casa lo primero y único que dije fue woooooooooooooooow, hasta que me fije en la bonita sorpresa que había dentro...